En el periodo enero-septiembre de 2012, la producción nacional de carne de vacuno registró un incremento de 5% en relación con el mismo periodo de 2011, llegando a un total de 149.215 toneladas, según los datos dados a conocer por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
En el acumulado anual se observa un aumento en el número de animales beneficiados, gracias al periodo de retención de vientres que comenzó a registrarse a mediados de 2010.
Por un lado, aumentó el número de novillos faenados (9,6% respecto al periodo enero-septiembre de 2011), como consecuencia del aumento en la masa bovina nacional.
Pero por otra parte, la faena de vientres continúa en volúmenes bajos: tanto las “vacas gordas” como las “vaquillas” se mantienen en niveles reducidos, similares a los que se registraron en 2011, lo que indica que la masa bovina nacional podría seguir creciendo en el próximo año.
En cuanto al comercio exterior, las exportaciones de carne bovina chilena siguen la tendencia a la baja que han registrado durante todo el año 2012.
Hasta el mes de octubre se observa una reducción de 51,1% respecto al mismo periodo del año 2011, lo que podría explicarse porque el precio interno de este tipo de carnes ha sido alto respecto al de años anteriores. Y esto ha fomentado el comercio interno de este producto a precios atractivos.
Estos datos fueron algunos de los que sirvieron como telón de fondo para una jornada donde se abordaron en profundidad las perspectivas productivas y de mercado para los productores de carne bovina del sur de Chile.
Se trató de un seminario organizado por Odepa en Los Muermos -como parte de un ciclo de jornadas similares desarrolladas en distintas regiones y con diferentes temáticas- y con presencia de representantes de gremios, la industria y el sector público, además de un centenar de productores agrícolas y ganaderos de la Región de Los Lagos.
En la oportunidad, el presidente de la Asociación de Agricultores de la Provincia Llanquihue, Agrollanquihue A.G, Eduardo Schwerter, destacó la realización de esta actividad en Los Muermos. Y de paso, valoró la presencia de representante del negocio ganadero, recordando que los rubros pecuarios están muy emparentados, pues el 80% de la producción de carne proviene de ganado lechero. Una realidad que es vista como una debilidad en algunas esferas.
Mientras tanto, el presidente de la Federación de Productores de Carne (Fedecarne), Christian Arntz, reconoció que hoy la ganadería está pasando por una época positiva.
Pero de paso, expuso que uno de los aspectos básicos que se deben abordar es hacer que la ganadería sea más que una actividad, un buen negocio. Y si es un buen negocio, agrega, la masa ganadera tenderá a crecer de manera natural.
Para ello, eso sí, cree que los ganaderos deben ser más competitivos, lo que se logra con eficiencia, productividad, sustentabilidad e innovación.
En su exposición Arntz enfatizó que hoy se vive un escenario de demanda mundial creciente, con un alza de alrededor de 400.000 toneladas al año. A eso se suma una oferta limitada y un horizonte de precios al alza en el largo plazo.
Asimismo, estima que las oportunidades locales pasan porque hay mercados, existe potencial y hay sanidad. Pero se requiere ser más eficientes para aprovechar las oportunidades de negocio.
De hecho, menciona que hoy el promedio productivo bordea los 300 kilos de carne por hectárea; y la idea es poder duplicar este índice, llegando a 600 kilos por hectárea, a través de herramientas de gestión predial y de aplicaciones de tecnología, manejo de pastoreo, genética y capacitación.
Pero además, advierte, se requiere compromiso y apoyo del Estado para mejorar la competitividad, el suelo, la masa ganadera y obtener protección contra las distorsiones de mercado.
Desde la industria, el gerente de Frigosor, Alejandro Anwandter, señaló expuso lo que se viene en el negocio de la carne en el corto plazo.
El ejecutivo, mostró la realidad de los principales países productores, como Brasil con más de 200 millones de cabezas de ganado bovino; Argentina con 50 millones; Uruguay con 11 millones; Paraguay con 12 millones; Australia con 30 millones.
Anwandter comenta que frente a estos gigantes productores, Chile tiene unos 3,2 millones de animales vacunos.
En cuanto al mercado, señala que tanto la situación zoosanitaria de Paraguay, con su episodio de aftosa de septiembre de 2011, además de la apreciación del peso frente al dólar debido al precio del cobre, son dos elementos que han impactado en el flujo del comercio de carne en nuestro país.
De hecho, mostró algunos gráficos que daban cuenta que desde marzo a noviembre, el peso chileno era la única moneda que se había apreciado frente al dólar. Eso, a diferencia del real brasileño, el euro, el guaraní paraguayo, el peso argentino y el dólar australiano.
Con ello –y otros factores- los precios por kilo de posta negra importada y del mismo corte nacional comenzaron a separarse, llegando a su máximo en octubre, con una diferencia de 700 pesos por kilo (3.586 para la carne chilena versus 2.886 pesos para la carne importada).
Además remarca que existen diferencias en los precios internos dependiendo del tipo de desposte y el canal de venta de la carne.
Desde el punto de vista productivo, el investigador de Inia Remehue, Sergio Iraira, dio cuenta de los factores que afectan el potencial de la producción de carne.
En ese plano, nombró la fertilización, el pastoreo, la suplementación y la genética como los elementos trascendentes, según los estudios e investigaciones realizadas en la zona en los últimos años.
opciones
La necesidad de un mercado que funcione de manera más transparente y que tienda a la perfección es algo que los productores piden con frecuencia.
Jorge Neira, economista del Instituto Libertad, señala que en Chile desde hace algunos años se observa un avance en la concentración en el mercado de la carne.
El especialista remarca que algunos estudios han demostrado que el poder de este verdadero oligopsonio impacta en más de 45% en el precio pagado a los productores.
Y agrega que dado lo anterior, la industria faenadora de la carne en Chile, puede ser caracterizada como una firma que compra su insumo primordial (ganado en pie) a un precio por debajo del que se observaría en un mercado competitivo. Y que así ejerce su poder de mercado para maximizar sus ganancias.
Por ello, desde su perspectiva, es fundamental lograr que los productores se acerquen a nuevas alternativas y herramientas financieras.
En ese marco menciona algunas como las que ofrece la Bolsa de Productos, que para la mayoría de los productores son desconocidas.
Se refiere a los llamados repos o pactos de retrocompra que mejoran la liquidez del productor a tasas sustancialmente menores a las que ofrece la banca.
Asimismo, sostiene que es importante mejorar las fuentes de financiamiento para el sector y así apoyar una mejora en la rentabilidad del negocio de la engorda.
el escenario
Con todo, los expertos coinciden que el mundo está demandando más carne. Pero la producción está avanzando con más lentitud de lo que se espera. El alto precio de los granos y las consideraciones ambientales son dos limitantes que se aprecian para el mediano plazo.
La especialista de Odepa, Verónica Echavarry, señala que, con algunas oscilaciones, la producción mundial de carne bovina se ha estabilizado entre las 57 y las 58 millones de toneladas.
A nivel local, el volumen producido cayó más de 50 mil toneladas (21%) entre 2007 y 2011 y ubicándose en niveles históricos. Y uno de cada cuatro kilos de carne que se consumen en Chile, son de vacuno.
Sin embargo, agrega que en el mediano y largo plazo se aprecia un aumento de la demanda y del comercio mundial, impulsado principalmente por el Asia Pacífico y América Latina; un incremento de la producción menor a la demanda; y precios en un horizonte de 10 años (al 2021) 36% superiores a los del promedio del periodo 2009-2011 empinándose cerca de los 5.000 dólares por tonelada. Un monto que parece muy atractivo para los productores nacionales, pero que todavía miran desde lejos el mercado mundial.
Fuente: Revista del Campo Sureño