El novedoso modelo que permite engordar vacas de descarte
18 marzo 2013

Dentro de los rebaños, el desecho de vacas de lechería es un tema complejo. Son muchos los factores que están implicados en esta decisión: los precios de los insumos, la producción, los rendimientos, la variación estacional de los precios y la incidencia de enfermedades.

El gran aumento en la producción de leche que se ha observado en los últimos años en las regiones del sur de Chile y el ingreso de genética de alta producción, principalmente Holstein Frisian americano, ha acentuado el problema, puesto que este tipo de animales presentan una alta tasa de eliminación.

Esto hizo mirar con buenos ojos la idea de aumentar la oferta de un producto cárnico bovino a través del aprovechamiento de vacas que son descartadas de un régimen productivo lechero.

“La carne de las vacas de lechería representa el 90 y 95% de la carne que se utiliza en la elaboración de productos procesados como las hamburguesas, por lo tanto, es muy importante optimizar este negocio para que sea rentable para todos”, dice Ljubo Goic, director ejecutivo de Frima S.A.

Hace más de 2 años la procesadora de carne Frima-Procarne, con el financiamiento de Corfo, comenzó a estudiar un modelo de engorda junto a especialistas de Inia Remehue, para poder sacar mejores rendimientos a estos animales.

La evaluación estuvo a cargo del doctor en calidad de carnes, Rodrigo Morales y el ingeniero agrónomo Dagoberto Villarroel, quienes presentaron los resultados obtenidos durante dos temporadas de evaluaciones en un seminario y un día de campo realizado en Osorno.

“El objetivo general de esta iniciativa es desarrollar un modelo de negocio que permita un abastecimiento permanente de vacas excedentes de mejor condición corporal, para generar productos cárnicos de mayor valor comercial”, señala Morales.



modelo


En este caso, el modelo productivo se define con 5 unidades de engorda de vacas de desecho al año con una duración de 55 a 75 días: verano, otoño, invierno, primavera 1 y primavera 2 de acuerdo con la época del año donde se realizó el estudio.

La base principal del sistema de engorda es la pradera y la suplementación estratégica se realizó con granos de producción regional (avena, trigo, maíz).

En cuanto a los resultados, de los cinco modelos, el que mejores resultados mostró fue el de primavera (ambos). Y en menor medida el de verano e invierno, aunque con algunas consideraciones relacionadas con factores externos.

Dagoberto Villarroel, puntualiza que entre los factores que determinan el éxito en este negocio se cuenta primero que todo, elegir el periodo adecuado para la engorda, siendo el más rentable en este estudio la primavera, pero también el verano e invierno.

Pero además, enfatiza que también se requiere alcanzar un nivel de producción óptimo para la venta; maximizar la utilización de forraje de menores costos; y mantener un equilibrio entre el nivel de producción y la calidad del forraje, para finalmente lograr una salida al mercado “oportuna”, con un precio de venta atractivo.

Como recomendación, los expertos señalan que para la engorda se deberían escoger vacas que provengan de predios libres de Tuberculosis y Leucosis, enfermedades que podrían complicar la utilización del sistema. Además, se recomienda escoger vacas con una condición corporal 2,5-3,0; y sin cojeras severas.

Durante el periodo de estudio se observó que vacas que presentan claudicaciones leves ganan peso, sin embargo, su performance productiva es inferior.

También deben descartarse para este tipo de engorda, vacas con una condición corporal muy desmejorada (menor a 2,0), puesto que se observó que algunas veces demoran más tiempo en alcanzar la condición corporal óptima para la faena, mientras que en otras ocasiones, simplemente no suben de peso.

Los especialistas remarcan que adicionalmente es importante el transporte de los animales, puesto que la mayoría de vacas gordas obtenidas en la engorda entran en la “categoría U” de la ley de clasificación y tipificación de carnes. Así, una contusión de segundo grado (contusión a nivel muscular) significará que la canal bajará a la “categoría N” (última categoría). Además la planta retirará toda el área afectada por la contusión en la canal y esto representa una reducción importante del beneficio económico del ganadero.



factible

Según explica, Rodrigo Morales, la investigación permitió verificar que el negocio de la vacas de descarte puede ser una buena alternativa productiva para los agricultores del sur de Chile.

Y se estableció que los mejores resultados productivos se logran en la primavera, donde el costo de alimentación es bajo y se logra trabajar a altas cargas. Además es posible realizar el negocio con buenos resultados económicos en verano e invierno.

Los resultados fueron conocidos por un grupo de ganaderos de la zona, quienes atentamente observaron los detalles de una iniciativa que puede revalorizar animales por los cuales hoy obtienen precios marginales.

 

Fuente. Revista del Campo Sureño

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