Precio mundial de la carne llega a un techo, sin que se prevea baja
20 junio 2013

 “En el mercado mundial de carnes difícilmente se vayan a lograr los precios del año pasado, no hay terreno para que suban, pero no veo problemas por el lado de la demanda”, aseguró el consultor argentino Ignacio Iriarte.    

La tonelada de carne bovina exportada por Uruguay está mostrando una leve caída. Según el acumulado mensual publicado por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), hasta la primera semana de junio -comparada con igual fecha del año anterior- lleva una baja de 2% en el precio, ya que cotizó a US$ 3.643 frente a US$ 3.716. El mercado internacional de carnes parece estar viviendo un momento de cambio.

“A nivel internacional los precios están aflojando y no parece haber un terreno para que los valores suban, pero no hay restricciones por el lado de la demanda, al contrario, está firme”, aseguró a El País el consultor argentino Ignacio Iriarte.

Cree que si se suman los volúmenes comercializados por los principales exportadores de carne bovina, “el comienzo de año fue muy bueno”; son volúmenes altos y aún así, alguien los está comprando.

Aunque el valor FOB de la tonelada de carne bovina uruguaya no está en los niveles del año pasado y vivió su máximo histórico en 2008 cuando se acercó a US$ 4.200 por tonelada, para Iriarte su actual valor -pese a la baja- “es históricamente alto”.

“Creo que hay un panorama muy bueno, no le llega completamente al productor por el tipo de cambio. No hay un problema de precios. El valor internacional de la carne es muy bueno”, aseguró.

Agregó que las compras de China le aportan un nuevo ingrediente al mercado que asegura la firmeza de la demanda.

“Si se suma lo que compra a través de Hong Kong o Vietnam, probablemente estamos hablando de un mercado de medio millón de toneladas o más. Es un destino que se agrega a los que están comprando carne: a una Unión Europea que hoy se ve mejor que el año pasado, a Estados Unidos que por el momento del ciclo productivo en que está, tendrá que aumentar las exportaciones y a Japón que en estos primeros meses del año, está mostrando un aumento en el consumo de carne importada”, indicó.



Realidad.

Para Iriarte, Uruguay “tiene más negocios que novillos” y lo dice enfático.

“Al estar pronto para venderle a cualquier destino que demanda carne, porque sanitariamente no está limitado prácticamente en ningún mercado, hay muchos negocios -creció la capacidad de faena de la industria frigorífica y Uruguay es un país confiable-, pero faltan novillos”, explicó el consultor argentino.

“La industria ya no sabe qué hacer y paga valores por el ganado por encima de los que pagan sus competidores en el mercado mundial. ¿Qué explicación tiene que el ganado en Uruguay valga 20% más que en Australia, cuando ambos países tienen diferentes mercados?”, se preguntó.

Parte de la explicación puede darse porque “la industria uruguaya es más barata que la australiana. Con un precio determinado que paga el mercado internacional, a Uruguay le llega más parte de eso al productor, porque la industria requiere menos para funcionar. La industria cárnica australiana es considerada como de las más caras o de las más ineficientes por una legislación social demasiado pesada para los negocios frigoríficos”, argumentó el consultor.

Hoy faltan novillos, pero el especialista argentino considera que “van a venir años con más alivio para la industria frigorífica (desde el lado de la oferta), por la mejora sustancial que habrá en la parición en la próxima primavera y por el destete de este año. El hecho de llegarse a producir 3 millones de terneros en esta zafra es un valor históricamente alto. Esa tensión entre muchos negocios y pocos novillos, creo que se va a suavizar mucho con las pariciones que vienen”.

Iriarte fue más a fondo en su análisis. “Esta presión tan alta que hay sobre el mercado de hacienda en pie, responde al hecho de que Uruguay es un país que está sobre invertido en su industria frigorífica. Son tan buenas las condiciones que da, tan transparentes, que al lado de las concentraciones brutales de frigoríficos que hay en Brasil y a lo que ha sido la inversión en la Argentina, otorga condiciones tan buenas que hace que la capacidad instalada sea superior a la cantidad de novillos que hay disponible”, remarcó.



La comparación.

Comparando Uruguay con Argentina, la ganadería oriental “ya recuperó el stock y la parición de los años previos a la sequía. Los costos de la seca 2008 y 2009 ya los pagó en los años recientes. A partir de ahora lo que viene es mejor”, estimó el analista.

Contrariamente, en su país, de los 10 millones de cabezas bovinas que se perdieron apenas se recuperaron 3 millones de animales. “Fuera del fenómeno de Brasil, en el resto del mundo, lo que se ve en todos lados, es una caída del stock bovino y una baja en la producción”, sostuvo Iriarte.



Fuente: Sago

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