La búsqueda de una ganadería de calidad y diferenciadora frente a países como Argentina y Brasil, con opciones reales de exportar son parte de los objetivos del programa de Mejoramiento Genético Animal impulsado en 2009 por la Universidad Austral de Chile (UACh), con apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Fundación Gustavo Mondion y el Instituto de Ganadería en Francia.
Partió como programa piloto en La Araucanía, pero el éxito de esta iniciativa que sienta sus bases en la experiencia francesa, permitió que sus resultados se pudiesen ampliar a Los Ríos y Aysén, en esta última región la iniciativa considera el establecimiento de dos módulos de selección de toros y vaquillas. Uno de ellos, en Coyhaique con raza Angus y el otro en la localidad de La Junta con Clavel Alemán.
En septiembre pasado los encargados de esta iniciativa dieron a conocer en Temuco los avances de este ambicioso proyecto a productores involucrados con este trabajo. En la oportunidad también estuvo presente Arnault Villaret, del Instituto Francés y experto en selección genética, quien no sólo compartió la experiencia del país galo, basado en la selección genética de razas bovinas donde la identificación animal y los registros productivos son fundamentales para una mejora genética, sino que también visitó predios en La Araucanía para conocer la realidad de los productores.
Para Villaret “la ganadería chilena debe hacer frente a muchos desafíos, en particular en el ámbito de la productividad. La agricultura familiar campesina cumple una importante participación en el mercado, por lo tanto, la rentabilidad de este rubro descansa en factores como la eficiencia productiva basada en la selección genética”.
TECNOLOGÍAS
Para Víctor Aguada, médico veterinario y director del departamento de Biosistemas y Producción de la Universidad de Viña del Mar, encargado de la formulación de proyectos agropecuarios, el uso de estas tecnologías es un avance enorme para la rentabilidad de cualquier producción y específicamente para la pequeña agricultura que es la que tiene entre el 60 y 70% del ganado que es factible reproducir.
“Los terneros y las vacas están en la pequeña agricultura, por eso el uso de tecnología en ese segmento será determinante para el futuro de la ganadería. Para este grupo el uso de la genética como tecnología es una garantía de tener mejores productos, terneros y asegurar que ese paso va a ser el correcto”, explicó el experto.
Aguada sostiene que combinar una buena gestión del productor con una buena decisión genética puede resultar en un beneficio directo para el bolsillo y un desarrollo sustentable del negocio ganadero de Chile.
“Si no hay terneros buenos, no hay un buen producto para la venta y los precios van a seguir siendo deteriorados”, concluyó.
El desarrollo en materia genética ha sido lento en el país. El programa impulsado por la UACh es el primero que toma una base de registros importantes para poder construir un programa genético. Tradicionalmente lo que se hacía era importar algunas razas y mezclarlas pero sin registro. “Todo queda en una apreciación de la persona que lo importó, pero no queda nada definido para fundamentar decisiones futuras. Este trabajo consolida un piso importante para construir mejoramiento genético relevante para la pequeña agricultura familiar campesina”.
Alberto Niño de Zepeda, coordinador de Selección Genética de la Universidad Austral de Chile y quien está a cargo del proyecto de selección genética explicó que el Instituto de la Ganadería de Francia -organismo con el que están trabajando- viene desarrollando este proceso metodológico desde hace 40 años. Con esto se apunta a capacitar a los agricultores para que elijan de mejor forma los reproductores, con bases cuantitativas para la selección; es decir, elegir sus reproductores por el genotipo y no por el fenotipo.
“En Chile hay mucha experiencia de elegir los animales por el fenotipo; sin embargo, la genética no se ve necesariamente. Cuando uno quiere seleccionar un reproductor tiene que seleccionar por genética. Para eso tenemos un sistema de información, datos que los agricultores recogen muy bien a partir de la cuales nosotros hacemos una evaluación genética y tenemos un sistema de información que les ayuda a tomar mejores decisiones y así seleccionar mejor sus propias vacas y puedan ir mejorando escalonadamente en el tiempo”, precisó.
Para lograr este objetivo se cuenta con un sistema de registros, un cuaderno de campo, donde los productores recogen los datos. Tras someter a los animales a estrictos protocolos de evaluación y alimentación durante 4 meses y medio y conocer sus aptitudes de crecimiento y su morfología se elabora un documento para cada torito evaluado que contiene sus resultados de rendimientos y características productivas.
Esto, sumado a la información genética obtenida desde el nacimiento hasta su destete permite devolverle a los productores un grupo de toretes para reproducción con datos de apoyo para la toma de decisiones.
“Una vez que nosotros procesamos la información entregamos un conjunto de reportes y les damos la información de sus animales en tiempo oportuno, para que ellos decidan si la ternera se queda o se va o si el ternero se queda para ser toro”, advierte Niño de Zepeda.
A juicio del experto este trabajo de selección genética es relevante para la pequeña agricultura familiar campesina. Un 40% de las madres bovinas de Chile son propiedad de los usuarios de Indap.
“Los pequeños productores son crianceros y los crianceros son dueños de vacas, son la base estructural de la ganadería, por lo tanto la posibilidad de tener mejores vacas hace que su capital se valorice, que tengan mejores terneros y vacas más eficientes en el proceso productivo. Se apunta a mejorar a largo plazo sus condiciones económicas al tener un mejor recurso productivo”, sostiene el experto.
Si bien la genética es un tema de largo plazo, se ha confirmado que algunos productores han crecido entre un 1 o tres por ciento anual. “Este trabajo es sólido y es difícil echar pie atrás, porque los genes van quedando. Este trabajo hay que hacerlo si queremos tener una tecnología que nos permita enfrentar los periodos buenos como los periodos malos en precios”.
Chile tiene mucho potencial ganadero de calidad. Mientras nuestro país tiene entre 3 millones y medio y cuatro millones de bovinos, Argentina tiene 56 millones y Brasil tiene 150 millones. Para competir con estas potencias entonces -a juicio de Niño de Zepeda- Chile tiene que desarrollar una ganadería que logre diferenciarse con opciones reales de exportar.
“Chile es un país que se ha formado como exportador, es un país que tiene acuerdos de libre comercio con todo el mundo, por lo tanto hay que aprovechar esta situación. Tenemos un nicho que aprovechar” , concluyó.
ADAPTACIÓN
Para Pierre Lenne, gerente general de la Fundación Gustavo Mondion, el objetivo de este proyecto no consiste en copiar el modelo francés, sino más bien adaptarlo a la realidad chilena.
“La evaluación que hacemos es que el trabajo de genética es a largo plazo. Se puede tener resultados a corto de plazo , pero se necesita continuidad. Gracias a Indap se logró seguir el programa en una segunda fase para valorizar los resultados que se habían obtenido y ampliar estos resultados”.
La idea también es testimoniar y buscar con los equipos nacionales y extranjeros como se puede adaptar los recursos que se tienen en función de la tecnología que tienen los ganaderos.
Por su parte Ricardo Mége, director regional de Indap en La Araucanía, indicó que “existe una apuesta enorme para mejorar las razas madres y de esa forma generar ganancias acordes con las necesidades de nuestros agricultores”.
Agregó además que “Indap a través del Programa de Mejoramiento Genético, realiza las gestiones necesarias con las instituciones participantes para generar una base científica, llegar a los agricultores y lograr el mejoramiento genético deseado.”
Insistió que mediante la aplicación de tecnología se busca generar en los agricultores capacidades y condiciones que permitan el mejoramiento de la productividad predial e inserción en la cadena comercializadora.
Fuente: Revista del campo Sureño