Significan un paso más en bienestar animal y son la solución para amplias zonas del país que no poseen plantas de faenamiento. El Ministerio de Agricultura autorizó estas unidades y para enero o febrero la empresa Carnes Andes Sur empezaría con la primera unidad del país.
La idea surgió de Patti English, una médico veterinaria estadounidense que ya por más de tres décadas trabaja en Chile en el área ganadera.
La profesional es ejecutiva de Carnes Andes Sur, una sociedad anónima cerrada -Parral, VII Región- que desarrolló la marca Ternura del Campo para su carne natural de ternero -principalmente angus y hereford, además de cerdos y corderos- que llega a supermercados de Santiago y tiendas gourmet. Pero, si bien ya está posicionada, quería agregar una nueva diferenciación a su oferta: que el faenamiento sea en el mismo predio para evitar así el estrés que significa mover los animales en camiones a largas distancias.
El desafío -hacerlo con un matadero habilitado- no era menor. Son escasos y ubicados a distancia de muchos predios. Ahí fue cuando a Patti English, que en 2008 ganó el premio a la “Profesional del Agro Innovadora” que entrega la Fundación de Innovación Agraria, se le ocurrió. ¿Por qué no operar con mataderos móviles, como los que existen en países como EE.UU.?
El desafío no era menor. No solo se requiere contar con el camión completamente adecuado a las normativas chilenas de faenamiento, sino que, además, había que adecuar la legislación chilena para que permitiera la existencia de este tipo de mataderos.
English no cejó y, finalmente, en un trabajo con organismos del Estado -FIA, Odepa, ministerios de Salud y Agricultura- lo logró. El viernes 11 de octubre pasado apareció en el Diario Oficial el decreto del Ministerio de Agricultura que autoriza en Chile el funcionamiento de mataderos móviles, toda una novedad ganadera, que abre una ventana a los pequeños productores y a muchas zonas del país que actualmente no cuentan con facilidades para procesar sus animales.
Lo que pasaba hasta ahora era que la legislación actualmente en curso, sobre todo la que se refiere a las exigencias para la operación de los mataderos, que permitió la modernización del sector, llevó a que el número de establecimientos se redujera significativamente en el país, ya que la mayor parte no pudo cumplir los estándares. Por ello, muchas zonas del país quedaron sin mataderos en los que faenar sus animales. Es el caso, por ejemplo, de la vasta zona entre Arica y La Serena. Lo mismo pasa en la VII Región. Eso hasta ahora ha sido un incentivo perverso para el faenamiento informal de animales, con los problemas sanitarios y de inocuidad que ello implica, fáciles de imaginar si se piensa en una labor que podría estar haciéndose hoy a la sombra de un árbol.
Un nuevo modelo de negocio
El proyecto del matadero móvil de Carnes Andes del Sur partió en 2011, con un proyecto con FIA por $295 millones -el organismo público aporta $158 millones- y para enero o febrero del próximo año esperan tenerlo plenamente en funciones.
De hecho, hace solo algunos días la empresa parralina recibió la unidad móvil de faena , directo desde la fábrica Trivan de Seattle, en Estados Unidos.
De todas formas, lo que queda no es poco. Falta conseguir todas las autorizaciones y patentes requeridas del SAG y de Salud para su puesta en marcha, incluido el permiso de circulación del móvil. Después vendrá la marcha blanca en noviembre para iniciar operaciones en enero o febrero.
El proyecto se denomina “Gestión e implementación de una unidad de faena móvil, de última tecnología, con HACCP en su infraestructura, destinada para carne natural de terneros de alta calidad de las regiones del Maule y Biobío”, y la empresa pretende gestionarla cumpliendo todas las normas sanitarias exigidas por nuestro país, dar un nuevo paso en bienestar animal, ya que no solo se puede controlar y ejecutar un sistema de sacrificio más humanitario de los animales, sino que genera un innovador modelo de negocio de faena, que permitirá a los productores chilenos generar un producto inocuo, de calidad y saludable para los mercados.
Contar con este matadero móvil les permitirá a los 80 proveedores de Carnes Andes del Sur -66 de los cuales pertenecen al segmento de la agricultura familiar campesina- mejorar considerablemente la calidad del producto final y dejar de depender de servicios externos y faenar todos sus productos en módulos de acopio ubicados en los campos, evitando el estrés producido por el traslado de los animales a las diferentes plantas de proceso.
Los equipos corresponden a una especie de contenedor modificado, de grandes dimensiones, equipado para desarrollar líneas de trabajo continuo, lavamanos, un tanque de agua y equipo de refrigeración para la mantención de la carne.
Un matadero móvil es un contenedor especialmente adecuado.
Poseen lavamanos, tanque de agua y equipo de refrigeración para la carne.
El nuevo reglamento La modificación del decreto 94 de 2008 de Agricultura, describe así el nuevo sistema autorizado: Las unidades de faena móvil o matadero móvil las define como un centro de faena que puede trasladarse de un sitio a otro, destinados al faenamiento de ganado mayor y menor, aves y especies procedentes de actividades de caza autorizada.
Las instalaciones deberán asegurar el bienestar de los animales, el faenamiento y la preservación higiénica de las carnes.
Deberán ser diseñadas expresamente para ese propósito y deberán contar con el permiso de la autoridad sanitaria, lo mismo que el lugar de emplazamiento.
Tendrán que contar en su construcción y funcionamiento con sala de faena cerrada, con paredes, cielo y piso de materiales inalterables, lisos, impermeables, lavables y desinfectables. La construcción debe impedir la entrada de insectos, aves, roedores u otros animales, contar con iluminación y ventilación acorde, sistemas de desagüe adecuados, y agua potable.
Para asegurar un manejo higiénico de la carne se especifican los siguientes equipos y estructuras: lavamanos, esterilizadores, sistemas de elevación para el animal, riel aéreo, mesón y colgadores para inspección, entre otros, y una cámara frigorífica operativa para el enfriamiento y mantención de canales, carnes y subproductos, que no deberán tomar contacto con el ambiente exterior
El emplazamiento debe cumplir requisitos tales como: estar en terreno no inundable y alejado de cualquier foco de insalubridad, el recinto deberá estar cerrado que impida la entrada de animales o personas, disponer de corrales para el ganado o jaulas o corrales para aves.
La autoridad sanitaria deberá aprobar con resoluciones de autorización la instalación y funcionamiento de las unidades de faena móvil, su emplazamiento y cámaras frigoríficas.
Fuente: Revista de Campo