En el informe de la FAO y la OCDE, Perspectivas Agrícolas 2013-2022, se discuten los escenarios futuros de desarrollo de la agricultura mundial y del principal grupo de alimentos y materias primas de origen agrícola.
El informe comienza llamando la atención sobre cómo, durante las pasadas décadas, "la agricultura mundial estuvo caracterizada tanto por excedentes de producción inducidos por las políticas en los países industrializados como por un crecimiento estancado en los países en desarrollo".
Gracias a los cambios que se han venido dando en las economías y en las agriculturas de las distintas naciones, producto de las reformas en las políticas y del acelerado crecimiento, "se espera que los países en desarrollo aumenten su participación en la producción mundial y capturen la mayor parte del crecimiento en el comercio".
Este cambio en el escenario agrícola mundial se ha visto favorecido por la tendencia cada vez mayor a orientar las agriculturas hacia los mercados. Esto ha implicado mayores oportunidades de inversión.
Se espera que la producción agrícola mundial crezca en los próximos diez años a una tasa promedio anual de 1.5 por ciento. Esto implica una reducción respecto al crecimiento registrado durante la década anterior, cuando la producción creció al 2.1 por ciento.
La FAO y la OCDE señalan que la menor tasa de crecimiento de la producción agrícola se explica por los mayores costos de producción, las crecientes limitaciones de recursos y el aumento de las presiones ambientales.
Resulta importante advertir que los precios de los bienes agrícolas se mantienen, desde el punto de vista de la historia reciente, relativamente altos. Aunque en el corto plazo se espera una disminución en dichos precios, en el más largo plazo se prevé un aumento en los mismos. Igualmente, los precios de los biocombustibles continúan aumentando. Sin embargo, se advierte que "los precios medios reales durante la próxima década deberán ser inferiores a los picos registrados en los últimos años".
Para aquellos países que, como Colombia, tienen una base de recursos que les permiten ampliar su producción agrícola, el escenario mundial se muestra promisorio.
Así, se prevé que el consumo de bienes agrícolas se incrementará en los países en desarrollo. De igual manera, el comercio agrícola continuará aumentando. En este sentido se espera que las economías emergentes capturen buena parte del crecimiento del comercio, en tanto que la participación en el mismo por parte de los países de la OCDE disminuirá.
El informe señala cómo la incertidumbre sigue pesando sobre las perspectivas agrícolas futuras. Se estima, por ejemplo, que una sequía generalizada, como la que ocurrió en 2012 en Estados Unidos, puede llevar a un incremento del 15 al 40 por ciento en los precios agrícolas. Esto constituye un llamado de atención acerca de los riesgos que pesan sobre la seguridad alimentaria mundial y la mayor volatilidad de los precios agrícolas.
El informe resalta que para los países latinoamericanos, incluida Colombia, el futuro se muestra favorable, pues, con buenas políticas y estímulos, se pueden convertir en abastecedores crecientes de los mercados mundiales agrícolas.
Fuente: el Colombiano.