Estados Unidos ha dado un paso importante en seguridad alimentaria. La Administración de Alimentación y Medicamentos (FDA) ha puesto en marcha una política para evitar el uso indiscriminado de antibióticos en vacas, cerdos y pollos de la industria cárnica.
La FDA considera que el uso prolongado de antibióticos en animales sanos ha sido una práctica excesiva e innecesaria, y que supone una amenaza a la salud pública porque el consumo de estos antibióticos a través de la carne del animal provoca que las personas desarrollen infecciones resistentes a esos compuestos.
David Kessler, de FDA, ha afirmado que se trata de “el primer paso para hacer frente a un importante problema de salud pública”.
Los usos más frecuentes de antibióticos en animales de granja tienen el objetivo de acelerar el crecimiento natural y de evitar epidemias de enfermedades, al encontrarse los animales en espacios muy concentrados.
Desde esta nueva política, la Administración solicitará a los fabricantes de medicamentos que cambien las etiquetas de determinados antibióticos para impedir que los ganaderos los empleen para promover el crecimiento de los animales.
Empresas farmacéuticas como Elanco y Zoetis ya han anunciado que participarán en el proceso.
Para desarrollar el programa, la FDA está contratando veterinarios que ejercerán de supervisores del uso de los antibióticos y de los requisitos que deben cumplir los ganaderos para administrar medicamentos a sus animales. Los científicos de la Administración aún debaten sobre qué medicamentos se impondrá la obligatoriedad de una receta veterinaria.
Michael Taylor, comisionado adjunto de la FDA para alimentos y medicina veterinaria, ha afirmado que esta medida supone un gran cambio. Hasta ahora, los ganaderos podían adquirir medicamentos prácticamente sin supervisión alguna.
Cada año, cerca de dos millones de estadounidenses enferman por una infección relacionada con la resistencia a los antibióticos que consumen regularmente a través de la carne. La incidencia de este fenómeno es mucho mayor, ya que Estados Unidos es un gran exportador de carne a muchos países del mundo.
Con este cambio, la alimentación de millones de personas en todo el mundo será mucho más segura.
Fuente: NYTimes