Horacio Bórquez, el nuevo director del Servicio Agrícola y Ganadero, responde a las críticas; anuncia decisiones prontas respecto del sistema de trazabilidad bovina y defiende los pasos dados para controlar la Lobesia.
Horacio Bórquez está en el ojo del huracán. Abandonó un tranquilo puesto como asesor directo del ministro de Agricultura para convertirse, a inicios de enero, en director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), un servicio en el centro de la noticia luego de la renuncia de Aníbal Ariztía y los cuestionamientos de los privados al manejo de la Lobesia, que ya no solo afecta a las parras, sino que ahora está presente en los arándanos. Además del reclamo de los ganaderos del sur por el sistema de trazabilidad Sipec-web, que sigue con problemas para implementarse, lo que limita las exportaciones.
-¿En qué pie encontró al SAG? Entre los privados hay una sensación de que en la anterior administración se cometieron errores de manejo.
-A ver, la gestión del servicio durante estos años ha sido bastante buena. En general, la eficiencia ha mejorado. Se ha intentado hacer más con la misma plata. Desde el punto de vista interno, se incorporó un buen número de personas de honorarios a contrata, un anhelo de los funcionarios.
Me cuesta entender que pongamos en duda el prestigio internacional del SAG los propios chilenos. Es difícil de comprender, porque cuando vas generando dudas, pueden ser exportadas, y eso sería muy grave para el país.
-Sin embargo, luego de casi cuatro años de la actual administración subsisten problemas como el de la trazabilidad, como el Sipec-web.
-Cuando llegamos, el Sipec tenía errores en la posibilidad de ser amigable con los productores. La impresión es que fue diseñado para ser trabajado por el propio servicio, más que para los clientes.
Dijimos ‘mire, este sistema es así y vamos a tratar de exportárselo al cliente’, y que sean ellos los que suban, bajen o eliminen la información. Hicimos un diagnóstico externo y nos dijo que lamentablemente era muy poco amigable.
Tomamos la decisión de utilizar un sistema paralelo, con el Sipec antiguo como estructura, que nos ayudara a hacerlo amigable. Eso demora un tiempo no menor y hoy estamos terminando de evaluarlo. En los próximos días, no más de veinte, tomaremos las decisiones que corresponden.
-Siendo concretos ¿cree que el nuevo sistema permitirá que haya suficiente carne bovina para llenar la cuota de 2.000 toneladas libres de arancel que le entregó la Unión Europea a Chile?
-Creo que vamos a acelerar la incorporación de predios Pabco. Objetivamente a aquellos que les interese van a tener la posibilidad de incorporarse en forma más rápida.
Control de la porfiada Lobesia
-En cuanto a la Lobesia, el SAG pasó de una política de erradicación a una de contención. ¿Fue una decisión correcta?
-No es tan así, el SAG pasó a una política de erradicación en algunas zonas y de control en otras. Esto porque claramente los primeros resultados, 2008 y 2009, no fueron los mejores.
Además, participa un comité público-privado que permanentemente asesora las decisiones del SAG… Las decisiones no las tomó el SAG solo. En eso quiero ser súper claro, no las tomó solo.
-¿Por qué en California se apunta a la erradicación de la Lobesia y acá no?
-No tengo claro el tamaño de la plaga en California, ni cuántos recursos pueden ser usados en California y cuántos en Chile. Tampoco con cuántos recursos propios cuentan los productores en California versus los chilenos. No hay que olvidar que Chile no solo tiene que cuidarse de la Lobesia, tiene otras plagas.
-Más allá de eso, los agricultores se quejan de que se les exigen productos que no son tan eficientes para controlar la Lobesia.
-En un minuto el SAG redujo el número de productos que debían ser usados. Los propios productores solicitaron abrir la lista por razones económicas, de costumbre o de mercado. Por eso pareciera que hay muchos productos y que no todos tienen la misma eficiencia.
Intentamos dar las normas y decir qué producto está apto, pero comprenderás que no existe capacidad de fiscalización para mirar si cada uno hace bien su pega.
-¿Y cree que se puede erradicar la Lobesia en Chile?
-Tengo mis dudas. Es mi visión muy personal. Creo que se puede generar un gran sistema de control. Depende de que el grupo afectado, más el Estado, sean capaces de generar una acción en común donde el programa tenga compromisos que puedan ser cumplidos. De repente hacemos programas que no puede cumplir el Estado o que no pueden cumplir los afectados. Es un poco lo que nos ha pasado con la Lobesia.
Ingreso a mercados
-En 2015 Chile ingresará con arancel cero a EE.UU., el 2016 pasa lo mismo con China. Así, el tema sanitario será la barrera para la exportación de alimentos ¿Cuánto se ha avanzado al respecto en el SAG?
-Durante 2010 y 2013 hemos incorporado 112 productos a los mercados, a través de protocolos sanitarios y aperturas de mercado. Estamos a punto de conseguir la apertura de las paltas en China. Se acabó el tema de las dioxinas en China para las carnes blancas. Con Perú logramos la reapertura para la carne de pollo.
Hay que reforzar nuestra diplomacia sanitaria. Eso requiere una estructura internacional con mucho viaje, con mucha experiencia y con recursos.
Entregar un SAG ordenado
-¿Con qué se va a encontrar el nuevo director del SAG en marzo?
-Espero entregarle un SAG ordenado, un servicio que tenga menos cosas por terminar, que le permita a la próxima administración pensar en los temas de futuro, porque el SAG está funcionando.
El SAG ha tenido un crecimiento muy rápido y tiene una estructura que, te diría, está pasada de moda. Acá tratamos de cambiar parte de esto. La estructura de un servicio con tanta tradición, con tanto peso, es bien compleja.
Algo que logró hacerse es tener ya una división única de planificación, de administración y de finanzas. De alguna manera, cada unidad funcionaba como una isla.
Fuente: Revista de Campo