Las verdaderas razones de la salida del director del SAG
17 enero 2014

 Los motivos estarían ligados a decisiones y situaciones que terminaron enfrentando al organismo con diversos gremios. Un ejemplo, el más reciente y que habría sido probablemente la guinda de la torta, tuvo que ver con la aprobación por parte del SAG de un certificado de importación de carne de ovino con hueso desde Uruguay, decisión que sacó ronchas entre los productores de carne nacional.



“Motivos personales” fue la razón oficial esgrimida desde el ministerio de Agricultura al justificar la salida del cargo del director del SAG, Aníbal Ariztía, en diciembre pasado.

Pero las verdaderas razones serían otras. Y estarían ligadas a decisiones y situaciones que hicieron “arder Troya” al interior de la institución y en diversos gremios. La más reciente y que habría sido la guinda de la torta: la aprobación por parte del SAG de un certificado de importación de carne de ovino con hueso desde Uruguay, decisión que sacó ronchas entre los productores de carne nacional por el peligro de que pudiera contener fiebre aftosa,  y de la que se enteraron “a través de la prensa uruguaya”, según explica el gerente general de una de estas empresas.

“Nos enteramos el 27 de noviembre que esto estaba aprobado. No hubo trámite administrativo, sino que se aprobó el certificado enviado por los uruguayos. La oposición nuestra tiene que ver con la fiebre aftosa: ingresar un hueso, que es un material donde el virus persiste por un período superior a 8 o 9 meses, es un riesgo para la ganadería viniendo de un país con mayor riesgo sanitario que nosotros con respecto a la fiebre aftosa. Uruguay es libre con vacunación. Nosotros somos libres sin vacunación”.

Entonces, asegura el empresario,  “era una locura darle la entrada a Uruguay. Podría haber puesto en riesgo a toda la ganadería nacional. Por eso lo hicimos público. Lo comentamos a todas las asociaciones de productores y compartimos la posición que teníamos respecto del tema y fue acogida por instituciones y productores”.

Según otro actor del sector, “en este caso el problema está solucionado en el corto plazo, ya que la entrada de carne ovina con hueso era inminente, pues el certificado había sido aprobado y 6 plantas frigoríficas uruguayas ya habían pedido la habilitación. Todo esto salió en la prensa uruguaya, por donde dimos con la noticia en vez de haber circulado entre el SAG y el sector privado como debería haber sido, que, a mi juicio, después del riesgo sanitario es el hecho más grave”.

De hecho el tema llegó al Parlamento, pues representantes de los productores de carne asistieron ante la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados a mediados de diciembre para presentar sus reparos a un eventual ingreso de este tipo de carne, tras lo cual el SAG revocó la medida.

Según especifican desde la institución, “a la fecha, el SAG no ha autorizado ni se ha concretado una nueva apertura de mercado para la internación ovina desde Uruguay. La normativa está vigente desde el año 1990 y Uruguay es libre de fiebre aftosa con vacunación desde el año 2003. Por lo tanto, desde ese año era factible que dicho país pudiese exportar carne de ovino, cumpliendo con las regulaciones vigentes (…) Lo que ocurrió recientemente, es que el SAG comunicó a Uruguay que el modelo de Certificado de exportación que enviaron para aprobación, se ajustaba a la Resolución Nro. 1725/1990, y que para poder concretar las exportaciones debían solicitar la habilitación de las plantas faenadoras, con cargo a los interesados”.

 Y agregan que “respecto a si esto se caducó, el SAG emitió una Resolución donde estipula que la carne de ovino con hueso debe proceder de países libres de fiebre aftosa sin vacunación”.

Esta historia, asegura una fuente ligada al sector, “fue la gota que rebasó el vaso”, detallando que el detonante fue la “falla en la trazabilidad de la Unión Europea”, episodio que obligó a suspender la certificación para la exportación de carnes bovinas a Europa a raíz de una auditoría realizada por la Unión Europea que detectó serias deficiencias en el sistema de certificación de calidad de la carne de vacuno nacional.

La misma fuente asegura que, “además, Ariztía tenía mala relación con todos los gremios”.

Desde el ministerio de Agricultura, liderado por Luis Mayol, rechazan que la salida de Ariztía esté vinculada a estas situaciones e insisten en que fue por razones personales.

 

Fuente: www.elmostrador.cl

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