La Dirección General de Servicios Ganaderos apunta a certificar electrónicamente todos los bovinos que lleguen a los frigoríficos exportadores y sus cortes tengan por destino a la Unión Europea.
La trazabilidad obligatoria del rodeo bovino que Uruguay puso en marcha en 2006, a partir de las generaciones de terneros, sigue creando desafíos y grandes avances que pretenden aportarle un valor agregado a los cortes y garantizar, ya no solo inocuidad, sino que con cada uno, se está exportando un pedazo de naturaleza.
Entre las metas que se plantea el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, está la de certificar electrónicamente -haciendo una lectura de los datos de cada animal- los animales cuya carne tengan por destino la Unión Europea, uno de los mercados más exigentes que tienen hoy las carnes uruguayas, tanto para ganado terminado a pasto como a granos (cuota 481).
“Se viene trabajando muy bien, pero esa certificación requiere adaptaciones y ajustes, además de una sincronización con los equipos del Instituto Nacional de Carnes (INAC)”, aseguró a El País el director general de los Servicios Ganaderos, Francisco Muzio. El jerarca estimó que en este segundo semestre quedarán hechos todos los ajustes como para “poder hacer un sangrado individual de cada animal”.
Hasta ahora, el MGAP realiza sangrados al azar de los animales que llegan a las plantas de faena buscando portadores asintomáticos de brucelosis y otras enfermedades; se hacen algo así como 15.000 sueros por año. Amparándose en la trazabilidad y en la lectura de cada caravana, se podrá tomar muestras de sangre de cada uno y tenderle un cerco más estrecho a la brucelosis bovina.
En esta fase de la enfermedad, donde los casos clínicos siguen bajando (hay solo 31 en el primer semestre de 2014 cuando antes había más de 200), es fundamental detectar los portadores asintomáticos. Por eso, el uso de los datos emanados de la trazabilidad y el sangrado de todos los animales, permitirá a las autoridades sanitarias rastrear más profundamente adentro de los predios y a nivel de cada tropa que llega a las playas de faena.
“Son elementos que nos llevarán a mejorar notoriamente la posibilidad de ir teniendo mayor sensibilidad en la detección de los animales positivos a brucelosis”, destacó Muzio.
Por otro lado, la lectura de las caravanas de todos los animales que llegan a frigorífico, permitirá ir eliminando los animales “fantasma”. Muzio explicó que “son aquellos que por alguna razón, no fueron a faena y luego aparecen en el campo, cuando estarían supuestamente ya eliminados. También puede pasar que hayan sido eliminado y figuran como que todavía están en el campo”.
Los frigoríficos exportadores ya tienen todos el software instalado para poder hacer la lectura de cada animal y se irá avanzando en el resto de las plantas. “Pueden darse casos de sensibilidad de los sistemas para poder hacerlo en forma electrónica, pero se van a ir arreglando”, dijo Muzio. Hasta ahora, Uruguay es el único país en el mundo que tiene todo el rodeo bovino trazado en forma obligatoria y esta herramienta ya funciona como elemento de certificación de calidad en alguna cuota cárnica.
Fuente: Agromeat