Especialización de la ganadería bovina en Arauco
24 junio 2015

 El objetivo es incorporar la genética, mejoramiento de la cadena de comercialización e incorporar la transferencia tecnológica.

 
El Instituto de Investigación Agropecuaria (Inia) realizó un análisis del rubro ganadero en Arauco por parte del el ingeniero agrónomo de INIA y economista agrario Jorge González, obteniendo como conclusión la necesidad de mejorar la genética de los rebaños y mejorar los canales de comercialización.
 
En la jornada, se analizó el diagnóstico de las características del rubro agropecuario  en la provincia de Arauco, así como los desafíos para generar una mejor producción y acceder a una cadena productiva que permita la comercialización de los productos a un precio competitivo.
 
El seremi de agricultura de la región del Bío Bío, Rodrigo García comentó “la actividad agrícola es la principal actividad de la región y hoy existe una nueva mirada de la región sobre la importancia de la ruralidad. “Creemos que Arauco debería tener tres líneas fundamentales: ganadería, papas y hortalizas, con una cadena comercial completa, que involucre mejorar las técnicas de producción y la cadena de comercialización”. En este sentido, destacó el desarrollo de un programa de carácter regional por 500 millones de pesos, que contempla la integración de todos los productores ganaderos para mejorar la cadena completa, desde la producción primaria de la pradera, el mejoramiento genético y el encadenamiento comercial, ya que según destacó García, “este es uno de los desafíos del rubro”.
 
El productor pecuario Paulo Burgos, gerente de Ganadera Santa Victoria, de Cañete, coincidió con la apreciación, indicando “la mayor parte del ganado que se compra para engorda a crianceros, proviene de la novena región al sur, debido a las características poco homogéneas de los terneros de provincia de Arauco. El objetivo, es producir un animal que provea de carne de calidad, con inocuidad y trazabilidad”.
 
La zona posee falta de homogeneidad debido a las distintas características del ganado en la provincia, con un 80% de carne bovina, un 20% ganado mixto. Sin embargo, aunque está clara la vocación bovina de los productores, no hay consenso sobre las razas: las predominantes son Clavel (36%); Overo negro (34%), Angus (18%); Criollo (6%) y Holanda Americano 6%.
 
El investigador de INIA y especialista en ganado de carne, Adrián Catrileo, destacó que a través del trabajo que se ha hecho con crianceros en el sur del país, se logró determinar lo que necesita el mercado, y que apunta principalmente a buena genética y terneros con buen peso al destete, con un peso superior a los 220 kilos, más o menos el 40% del peso de la vaca.
 
Agregó el especialista, pueden lograrse a través de la crianza orientada a concentrar los partos en la salida de invierno a fin de aprovechar los pastos primaverales en la época de mayor demanda energética de la madre y usar razas acorde a la aptitud forrajera del predio; en el caso de la engorda, producir acorde a las necesidades del mercado e idealmente en asociación a una cadena de comercialización. Incluso, destacó, es interesante evaluar las posibilidades de diferenciación que pueden producir buenos resultados comerciales, por ejemplo, si se produjera ganado de engorda solamente a través del consumo de pasto, con los beneficios asociados a la salud que eso conlleva.
 
De acuerdo al economista de INIA, Jorge González, la caracterización tanto del ganado como de la zona es el primer paso para la detección de las brechas en que se requiere poner atención. Por ejemplo, indicó, se comercializa  el 94% de la producción ganadera de la provincia, pero de estas ventas, el 80% es a compradores ocasionales; el 27%  a clientes, con una leve tendencia a la obtención de un mejor precio promedio a través de estos últimos, ya que en la provincia, uno de dos productores solo conoce el precio al momento de la compraventa, como tomadores de precios, sin negociación previa.
 
Jorge González agrega “aquí es posible ver que queda un espacio para mejorar este aspecto vital para generar ingreso”, destacó, un espacio que no se refiere solo a la comercialización, sino el potencial productivo que existe en la provincia y que es factible de mejorar con el aporte de trasferencia tecnológica de INIA, en el caso de las brechas productivas. “En este caso, son los kilos de peso que me faltan para llegar al potencial, que se expresa en kilo de peso vivo obtenido”.  
 
“El potencial, para crianza, es de 270 kilos de pesos  vivo de ternero como producción neta del sistema. La producción hoy es de 194 kilos; nos faltan 76 kilos en promedio, 80 kilos adicionales en nuestros terneros para ganarlos en los cinco o seis meses que dura la crianza. Este es un buen desafío, nos falta crecer un 28 por ciento”, comentó el economista de INIA.
 
 

Fuente: PortaldelCampo.cl
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