Una baja disponibilidad de animales para faena y un incremento en la retención de hembras, son dos de los elementos que caracterizan al sector ganadero en los primeros seis meses de este año, según los datos dados a conocer por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
En cifras, durante el primer semestre, la cantidad de bovinos faenados disminuyó en 13,1% en comparación con el mismo ejercicio del año 2010.
Es en este contexto que la faena de hembras disminuyó fuertemente (20,3% las vacas y 22,1% las vaquillas), lo que ratifica las buenas perspectivas ganaderas y el interés por aumentar la masa ganadera en el corto plazo, como se ha venido repitiendo entre los actores del sector primario.
En tanto, la faena de novillos disminuyó sólo en 5,4%. De esa manera, hoy este tipo de ganado pasó a representar el 50,6% del total de animales faenados en 2011 (en 2010 era el 46,5%).
Estos datos explican por qué la producción de carne bovina mostró un retroceso de 10,5%, sumando en seis meses 96.175 toneladas producidas en los mataderos, 11 mil menos que las 107.446 del mismo periodo del año pasado.
El boletín pecuario de Odepa, señala además que el precio real promedio de los animales para faena muestra una tendencia clara desde hace casi uno año. Casi siempre al alza.
En el caso de los novillos, los precios se han mantenido altos durante todo el 2011. En concreto, acumulan un aumento de 16,8% sobre los precios de 2010, incluso con un repunte durante junio, de 10,7% en comparación con mayo.
Algo que hace algunas semanas destacaba el presidente de la Federación Nacional de Productores de Carne (Fedecarne), Christian Arntz, quien daba cuenta que el buen escenario mundial generaba expectativas para la ganadería nacional. Y era “la oportunidad”.
Sin embargo, planteaba la necesidad de tomar una serie de medidas para darle un impulso al sector más allá de los precios internacionales. Hacerlo sustentable y rentable.
A su juicio, un eventual incremento de la cuota de carne exportada a la Unión Europea (de 1.850 a 5.000 toneladas) se convertiría en un incentivo natural para el crecimiento de la masa ganadera nacional.
Asimismo, el directivo explica que Chile debe tener una estrategia para poder colocar la mayor cantidad de carne en el mercado internacional. Ello, a su juicio, permitiría acceder a precios más altos que se pagan en algunos mercados de nicho o relacionados con rituales religiosos (Kosher o Halal).
Desde su perspectiva, esto tiene que ver con la “descomoditización” que permite acceder a precios más competitivos, lo que se logra con el desarrollo de marcas y productos con alto valor agregado, pero haciéndose cargo de la inocuidad, la trazabilidad y las huellas de carbono y del agua.
comercio exterior
Durante 2011 las exportaciones de carne bovina se mantienen por debajo de los volúmenes exportados en el periodo enero-julio 2010. Pero en julio crecieron 145% respecto a junio, debido fundamentalmente a la apertura (el 1 de julio), de la nueva cuota libre de arancel de la Unión Europea.
En el caso de las importaciones, éstas también se mantienen bajas en el mismo periodo, con una caída de 9,1%. Sólo en julio, las compras de carne en el exterior fueron 15,5% más bajas que las de igual mes de 2010.
Paraguay (56%), Brasil (14,3%), Argentina (14,3%), Australia (7,5%) y Uruguay (5,7%) son los principales proveedores.
Fuente: Revista del Campo Sureño