Nítido panorama de alza en el precio internacional
5 septiembre 2011

La demanda por carne a nivel mundial disparó los valores y ahora los productores iniciaron un proceso de retención de vientres para aumentar la producción.  

 

Con un mercado pequeño, de sólo 3,4 millones de habitantes, Uruguay es un exportador neto de carne vacuna. No se puede esperar menos de un país en el que por cada persona hay cinco cabezas de ganado. Por eso la república oriental es un termómetro del negocio ganadero.

Mientras en mayo de 2010 el precio del novillo vivo uruguayo estaba a US$ 1,41, un año después costaba 51% más.

En el caso de Paraguay, por estos días el principal abastecedor de carne vacuna de Chile, el aumento es similar. Entre mayo de 2010 y abril de 2011, el kilo de novillo pasó de US$ 1,34 a US$ 1,95. Lo que es llamativo, pues ese país siempre tiene los precios más baratos del Mercosur, debido a la calidad de su ganado tipo cebú.

El mundo quiere más carne vacuna y está dispuesto a buscarla donde sea, incluso a costa de precios que hasta hace poco parecían imposibles.

El remezón llega hasta Chile. Durante la década pasada el precio interno estuvo dominado por la oferta barata proveniente de países del Mercosur.

La tonelada de carne sin hueso que llegaba de ese bloque comercial estaba pegada en torno a los US$ 2.000. Sin embargo, a partir de 2005 -con un breve trastabillón luego de la crisis de 2008- el precio mantuvo una trayectoria ascendente.

En la actualidad, importar una tonelada de carne deshuesada desde el Mercosur requiere desembolsar US$ 7.000, o sea, 3,5 veces el precio histórico.

El impacto en el negocio ganadero chileno ha sido notorio. La retención de vientres se disparó, pues los productores esperan aprovechar el positivo panorama que se viene a futuro.

Más poder adquisitivo

Una vía para explicar el aumento de precios a nivel global va por los cambios en la demanda.

En los últimos años el consumo de carne creció en forma importante. Ese fenómeno se debe en parte al aumento de la población, pero aún más importante es que los ingresos de las personas lo han hecho aún más rápido.

De acuerdo con datos del Banco Mundial y la FAO, entre 1995 y el 2008 la masa ganadera de bovinos creció 3,7 por ciento, mientras que la población creció en 16,8 por ciento y el ingreso per cápita lo hizo en 61,6 por ciento.

Tradicionalmente, cuando los consumidores tienen más dinero, compran más proteínas, desde aves a pescados, pasando por la carne de vacuno.

"Se generó una nueva demanda. Aquellos que eran pobres extremos hoy tienen acceso a las proteínas, por lo que necesariamente el mundo deberá hacer un enorme esfuerzo para satisfacer esta nueva demanda", explica Nicanor Allende, presidente de Faenacar, el gremio de las plantas faenadoras.

Adicionalmente, cambios demográficos como el aumento de la migración del campo a la ciudad, la incorporación de la mujer en la fuerza de trabajo, creando un segundo ingreso del hogar, y la incorporación de mejor tecnología en el manejo de los alimentos, como envases y presentación, ayudó a expandir la demanda.

Problemas en la producción

El crecimiento de la demanda va a aparejado de una masa ganadera con dificultades de crecimiento.

"A diferencia de otro tipo de carnes, como las de cerdos o aves, la de vacuno es difícil de meter en recintos cerrados, pues hablamos de animales de tamaño mayor. La gran alternativa de crecimiento son las praderas; sin embargo, ese tipo de suelos es cada vez más escaso en el mundo. Se requiere de condiciones difíciles de encontrar en el mundo: acceso abundante a agua y zonas amplias con baja urbanización. El sur de Chile es uno de esos pocos lugares en que sucede", afirma Christian Arntz.

Adicionalmente, por diversas causas, países tradicionalmente exportadores han disminuido su oferta. En el caso de Australia, la sequía que ha golpeado ese país en los últimos años terminó por dañar su masa ganadera disponible.

Un cambio más radical es el de Argentina, en que la intervención estatal de los precios desincentivó la producción.

El objetivo autoimpuesto fue mantener bajo el valor interno, pero eso terminó convirtiéndose en un desincentivo a la inversión.

De hecho, hoy se habla de que la masa ganadera de ese país es de sólo 54 millones de cabezas.

Argentina, en un momento considerada el granero del mundo, desapareció casi totalmente de los mercados internacionales.

En tanto, Brasil, por sus grandes extensiones, era el país que podía actuar como un contrapeso a los problemas de oferta. De hecho, tiene 200 millones de cabezas. Sin embargo, la potencia sudamericana ha frenado sus envíos al exterior. La razón es la fuerte expansión de su economía, que el año pasado creció 7,5%, disparó el consumo de carne. "Los brasileños se están comiendo todo", anota un ganadero chileno.

Largo plazo

A esta altura, la pregunta del millón es cuánto tiempo durará el este buen momento de precios.

Las apuestas van por el largo plazo.

"Aumentar la masa ganadera toma muchos años y hay pocos países que tienen la superficie para hacerlo. Creo que esta es una tendencia de precios que llegó a quedarse por mucho tiempo", argumenta el ganadero Alejandro Granzotto.

En la misma sintonía está Harry Jürgensen, gerente de la Feria de Osorno.

"De aquí a 10 años la carne de vacunos va a ser tan escasa que por sí sola va a entrar a la categoría de alimento premium", señala el ejecutivo sureño.

Frente a ese panorama el ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, señala que Chile está en un buen pie para retomar el tranco exportador. Su principal ventaja sería la sanidad, pues está libre de fiebre aftosa y tiene un riesgo insignificante de vaca loca.

Opiniones

El peso de China: Harry Jürgensen, gerente Feria de Osorno."Más allá de lo atractivo que es Europa para Chile, hay noticias muy interesantes que vienen de Asia. China todavía tiene un consumo muy bajo, pero creciente, lo que va a generar una gran presión sobre la oferta en los próximos años".

Más oferta nacional: Nicanor Allende, presidente de Faenacar."La retención de vientres, sumada a una nueva disponibilidad en el mercado de los novillos de lechería, permitirán aumentar la faena y generar excedentes exportables.

Caen importaciones: Según datos del Ministerio de Agricultura, los precios internos del ganado siguen la tendencia internacional. En el caso de los novillos, los valores se mantuvieron altos entre enero y julio, equivalente a 16,8% sobre 2010, en el caso de la feria Tattersall de Santiago, pero que se replican en el resto del país.

En tanto, el precio de la carne mayorista tuvo un aumento semejante al del novillo vivo en el promedio del año, 16,9% según cifras ministeriales. Lo anterior es reflejo de una disminución en la oferta de ganado debido a la alta faena de hembras en 2008 y 2009 y la mayor retención de vientres.

Un punto importante es que durante los primeros siete meses de 2011 las importaciones disminuyeron en 9,1% en volumen, debido a los altos precios externos y a la disminución de la oferta

Fuente: Revista del Campo - El Mercurio

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