Uruguay hizo una apuesta. Y parece estar ganando todos los premios. Los especialistas del país oriental señalan que han hecho la tarea en materia sanitaria, lo que le ha significado la apertura de mercados impensados a la carne bovina de ese país.
Hoy exporta a 105 destinos. Y la trazabilidad total de su ganado es un atributo importante, lo mismo que el etiquetado de los envases, que lleva desde 2009 el logo de Uruguay.
“Las personas necesitan oportunidades de conexión con lo natural, el entorno, historias, culturas y generaciones. Esa es una de las ideas centrales de la estrategia que lleva adelante nuestro país y se basa en que el consumidor está dispuesto a pagar más por una carne que contemple esos aspectos”, señalaba recientemente el jefe de Inteligencia de Mercados del Instituto Nacional de Carnes (Inac), Fernando Gil.
Las cifras respaldan este análisis. Las exportaciones de carne vacuna uruguaya alcanzarían los 1.700 millones de dólares al finalizar el presente año.
En los ocho primeros meses del año Uruguay exportó 300.000 toneladas de carne. Y sus principales compradores fueron Rusia (34%), Unión Europea (19%), EE.UU. (14%), Mercosur (9%), Israel (8%), Venezuela (5%) y China (4%).
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Tabaré Aguerre, afirma que la identificación electrónica del ganado es un aspecto clave para reafirmar la buena imagen internacional de su país.
El ministro recuerda que el pasado 30 de junio se dio por terminada la etapa final de la identificación de cada una de las vacas con un dispositivo electrónico.
Un compromiso adoptado luego de un episodio de fiebre aftosa en 2002, que los obligó a tomar medidas. Con ellas, pudieron recuperar mercados en tiempo récord.
“Ninguno de los países que compite con Uruguay en la exportación de carne tiene la certificación y el compromiso de un sistema de información computarizado de su ganado”, destaca Aguerre, en referencia a Argentina y Australia.
Hoy las ventas de carne son el principal generador de divisas del país que tiene unas 12 millones de cabezas de ganado bovino, además de 11 millones de ovinos. Y una población de sólo 3,4 millones de habitantes en un territorio equivalente -aproximadamente- a las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén.
Es decir, hay más de tres vacunos por cada uruguayo. En Chile la relación es inversa, según el Censo Agropecuario de 2007 hay 4,5 personas por cada bovino.
menos pero más
Una de las últimas buenas noticias para Uruguay llegó a fines de agosto. Tras dos años de intensas negociaciones, los productores de carne uruguaya obtuvieron de la Unión Europea (UE) el aval para exportar carne de ganado engordado a corral sin arancel.
De esta forma, Uruguay quedó integrado al grupo de países que puede aprovechar el cupo de 20.000 toneladas anuales de carne de feedlot, junto a Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelandia.
Así, buscan mayores precios. Algo que ya caracteriza el actual momento de la carne en el vecino país.
En los últimos meses, según el último informe del Inac, las ventas de carne se ubicaron en un promedio de 4.295 dólares por tonelada. Con ello, durante este año las exportaciones vacunas aumentaron 11% en dólares, pero disminuyeron 19% en volumen. Y hasta agosto, la faena alcanzó a 1.307.601 cabezas (48% de vacas y 50% de novillos) 12% menos en relación a 2010.
“Si bien existiría una caída en los volúmenes de exportación, aumentarían los ingresos en dólares”, señala el director de Información y Análisis Económico del Inac, Pablo Caputi, sobre un sector que vive un verdadero boom.
Fuente: Revista del Campo Sureño