La idea al interior de la cadena productora es eliminar esa práctica o hacer categoría especial para producto foráneo.
La tipificación de la carne importada que llega a Chile para su consumo en el país sería uno de los puntos de análisis de la Fiscalía Nacional Económica, en el marco de la investigación que realiza respecto de los supermercados Unimarc, Tottus, Walmart y Cencosud.
El pasado 30 de noviembre, en un seminario organizado por la Sociedad Nacional de Agricultura, uno de los directores de la asociación gremial de plantas faenadoras frigoríficas de carnes (Faenacar), expuso que “nuestro objetivo debe ser conseguir mayor transparencia en el negocio de las importaciones”. Estas últimas se realizan principalmente por el canal supermercadista que entre enero y septimbre de este año realizó internaciones directas por ?US$ 322,8 millones, representando un 58,7% del total.
El presidente de Fedecarne, Christian Arntz, dijo que los supermercados “son un gran poder comprador que además maneja las importaciones de carne”, sobre cuyo precio se regula el valor del producto nacional. Sin embargo, pese a que las carnes provenientes del Mercosur son más caras, llegan a Chile más baratas.
De acuerdo a Carlos Alfaro, gerente de investigación de mercado de Empresas AASA, ello corresponde a “tipificación engañosa: un daño enorme a la ganadería nacional”. Según Arntz, “estamos compitiendo deslealmente porque nosotros producimos un novillo (que en Chile pertenece a la categoría V de carnes) y y ellos carne de desecho que acá es tipificada igual que nuestro producto”.
Norma local?
De acuerdo a la Norma Chilena 1423 Of.84 (vigente desde 1984) la categoría V se usa para designar a la carne de novillo o vaquilla.
Arntz aseguró que en Chile los productores, que suman más de 100.000, “cumplen con la categoría porque el Servicio Agrícola y Ganadero está en cada planta faenadora haciendo la revisión de la cronografía dentaria, que es como se mide la edad del animal; en cambio, cuando se importa la carne, no hay funcionarios de ese servicio certificando, sino que se confía que el matadero de origen dice la verdad”.
A su juicio, la principal razón de la desconfianza radica en que el valor de la carne importada es menor al de la nacional.
Respecto al rol de los supermercados, Arntz indicó que “si se importa una carne barata y mal tipificada y se vende como carne V, compitiendo con la producción nacional que es más cara, logicamente es un buen negocio. Si ese corte ingresara al país con la tipificación que le corresponde debería venderse más barato o competir directamente con la categoría nacional que le corresponde”. Por ello, en la cadena productora plantean eliminar la tipificación actual o darle una categoría especial a lo importado, elevando su fiscalización.
Fuente: Diario Financiero