El ministro de Agricultura de ese país, Tabaré Aguerre, llamó a los productores a mantener los resguardos e incluso a tener un mayor control en el ganado porcino.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, estimó ayer tras el Consejo de Ministros que de registrarse un brote de fiebre aftosa hoy en Uruguay generaría pérdidas por entre US$ 1.500 y US$ 2.000 millones. Avanza la vacunación.
La carne bovina es el principal rubro de exportación del Uruguay y es el principal ingreso para 15.300 operarios de la industria frigorífica.
La última epidemia de fiebre aftosa que padeció el país se registró en octubre de 2001, cerró todos los mercados para la carne fresca, el ganado en pie y todos los subproductos, pero en ese entonces la industria frigorífica local no mostraba la actual expansión y apenas tenía poco más de 10.000 operarios.
En 2001 la fiebre aftosa le costó al Uruguay alrededor de US$ 780 millones, pero hoy "la reaparición de la aftosa le podría costar al país entre US$ 1.500 y US$ 2.000 millones", estimó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre.
El año pasado las exportaciones de carne bovina marcaron el récord histórico de US$ 1.350 millones y el sector cárnico en su conjunto vendió por US$ 1.650 millones. A eso hay que sumarle lo que se perdería por no colocar ganado en pie, donde Uruguay logra hoy entrar en mercados de elite, con exigentes protocolos sanitarios, como es el caso de China (hoy es el único país de Sudamérica que vende ganado lechero vivo en Asia)".
La autoridad enfatizó en que "el problema de la fiebre aftosa no es del que tiene la vaca, es de los 3 millones de uruguayos". El secretario de Estado apunta a construir un compromiso y un control social para evitar cualquier posibilidad de reingreso de la fiebre aftosa. "Un país no se puede defender solo con el control oficial (el MGAP es la Policía Sanitaria)", aseguró el ministro, exhortando a todos los uruguayos a evitar que los cerdos -en 2000 la aftosa entró en Artigas por la boca de los cerdos- tengan contacto con desechos alimenticios en los vertederos. Es que los cerdos en Uruguay no se vacunan.
De todos modos, el ministerio, apoyado por las intendencias, continúa revisando los predios que tienen cerdos e investiga acerca de las dietas usadas en esos animales, para evitar cualquier punto flojo.
"La fiebre aftosa está presente en la región desde hace varios meses y nos obliga a multiplicar el esfuerzo en la prevención", advirtió el ministro.
Aguerre recorrió el domingo la barrera sanitaria instalada en Salto Grande para ver cómo funcionaban los controles de vehículos, especialmente los que llegan desde territorio paraguayo. En las barreras sanitarias se siguen desinfectando los vehículos, pero la mayor herramienta de prevención es la vacunación. Durante todo este mes se vacuna a todo el stock bovino y a lo largo de los primeros 15 días están prohibidos los movimientos de ganado, salvo la hacienda gorda que es enviado a frigorífico. El MGAP dispuso que más de 300 funcionarios y 160 vehículos trabajen en los controles de la vacunación, a lo que se suma el aporte de más técnicos del INAC.
Fuente: El lPaís