“Existen muchos factores que hoy afectan a la competitividad de nuestro sector: tipo de cambio, costos energéticos, mano de obra y, por cierto, los fenómenos climáticos”, dice el ministro de Agricultura, Luis Mayol.
El secretario de Estado señala que en el Minagri están haciendo cargo del tema. Por ello hace más de un año se formó la Mesa para la Competitividad Agrícola, instancia en donde participan actores del sector público y privado, y en la que se vienen trabajando alternativas para resolver las nuevas brechas que suponen un freno en materia de competitividad. Y encontrar así soluciones en aspectos tales como financiamiento, riego, suelo y capacitación, entre otros.
Pero también se buscan nuevos mercados. En efecto, Mayol participó en una serie de actividades de promoción de productos nacionales en varios países orientales.
Allí firmó varios memorándum de entendimiento para incrementar las relaciones de cooperación y se reunió con mis pares de cada uno de los países mencionados. “Luego de esta visita esperamos que se aceleren y faciliten el ingreso de nuevos productos en estos importantes mercados”, advierte.
proyecciones
El ministro de Agricultura analizó junto a Campo Sureño el escenario en que se desenvuelve el sector agropecuario. Y en ese marco proyectó lo que viene para la temporada.
En los cuatro primeros meses de este año, se ha registrado una disminución de 8,4% en las exportaciones y un aumento de 4,4% de las importaciones silvoagropecuarias, con respecto a igual periodo de 2011. “Realizando una proyección simple, basada en suponer que se mantenga ese ritmo de variación, tenemos que las exportaciones probablemente llegarán a 13.224 millones de dólares al final del año y las importaciones a 5.223 millones de dólares, lo que significa una disminución de 15% en el superávit comercial del sector, de 9.442 millones a 8.001 millones de la moneda estadounidense”, dice el personero.
-¿Desde el punto de vista exportador, el vender principalmente commodities preocupa en el plano ministerial?
-Si bien nuestro país es un exportador de commodities, desde hace muchos años se tomó la decisión de diversificar la producción y comenzar un proceso de otorgar mayor valor agregado a los productos que envía al entranjero. Esta estrategia ha permitido posicionar a Chile como un importante actor en la producción de alimentos a nivel mundial. Prueba de ello es que hoy día seamos reconocidos como primeros a nivel mundial en uva de mesa, ciruelas, arándanos; terceros en manzanas y cerezas, sextos en carne de cerdo, etc. Es por ello que nuestro ministerio está impulsando y aplicando una política agrícola sustentada en lineamientos estratégicos que incorporan los aspectos de competitividad, investigación e innovación, sostenibilidad, transparencia de mercados, modernización institucional y relaciones interministeriales para el mundo rural.
-¿Cuáles son las fortalezas chilenas para poder ingresar a mercados como el indio, chino o coreano?
-Los mercados aludidos se encuentran en un proceso de aumento del consumo de productos, como respuesta natural a los incrementos que ha registrado el ingreso per cápita de muchos ciudadanos de estos países. Las fortalezas que tiene Chile para ingresar a mercados como el indio, chino o coreano es nuestra estabilidad económica y política, nuestra amplia red de acuerdos comerciales que incluyen a estos tres países, nuestra diversidad productiva, nuestra posición geográfica de contraestación, el gozar de uno de los dos climas mediterráneos del mundo y, de manera muy especial, nuestra reputación internacional en materia de control fito y zoo sanitario producto del trabajo profesional y responsable que desarrolla el SAG desde sus inicios.
-Desde el punto de vista del comercio bilateral ¿Están vislumbrando la posibilidad de mejorar o modificar aspectos de algunos TLC como el Mercosur por ejemplo?
-Los acuerdos comerciales firmados por nuestro país consultan cláusulas de revisión y en algunos casos dejan abierta la posibilidad de su profundización, teniendo como uno de los grandes logros la creación de una institucionalidad, que permite ir más allá de lo firmado. Lo anterior, mediante la posibilidad de mejorar el ingreso de los productos ya negociados a través de la firma de protocolos sanitarios y acuerdos de cooperación que permiten una mayor fluidez de las negociaciones sectoriales y que conllevan finalmente a la facilitación del comercio.
- En los últimos días se ha hablado mucho del tránsito hacia el arancel cero de nuestro país. Algunos dicen que es un arma de doble filo. ¿Cree que puede tener implicancias negativas para el sector?
-El posible impacto de una medida de esta índole se relativiza debido a la gran cantidad de acuerdos comerciales que ha firmado nuestro país y que han considerado rebajas al arancel vigente. Lo anterior ha llevado a que el arancel efectivo a la fecha se encuentre bordeando el 1,7%. Sin embargo, las expectativas están puestas en que para el año 2015, prácticamente todos los productos que ingresen al país lo hagan sin pagar arancel. El efecto tendría relación básicamente con el tema de recaudación fiscal para aquellos productos cuyo horizonte de eliminación arancelaria va más allá de dicha frontera temporal.
-Usted ha dicho que la recuperación de suelos es clave para el desarrollo agrícola y ganadero. ¿Se tiene contemplado fortalecer su funcionamiento desde el punto de vista presupuestario?
-El programa de recuperación de suelos es un instrumento de mucha importancia para el desarrollo del sector agrícola, para lo cual hemos modificado el instrumento normativo de éste con el propósito de disminuir o simplificar la documentación requerida para los concursos por parte de SAG e Indap. Esto significa aumentar la vigencia de certificados o la presentación de fotocopias simples según sea el caso (…) Además, para este año, el Ministerio se ha propuesto beneficiar a más de 18.500 agricultores, interviniendo una superficie equivalente a casi 170.000 hectáreas. Lo cual refleja nuestro compromiso con la recuperación de suelos degradados, ya que supera ampliamente lo realizado durante el año 2011, donde se beneficiaron 2.600 agricultores y una superficie de 86.500 hectáreas.
desde el exterior
En el marco de las salvaguardias al maíz partido que se aplicaron recientemente, se ha realizado una intensa fiscalización para evitar que se vulnere.
Sin embargo, en otros rubros (carne y trigo, por ejemplo) los gremios han reclamado históricamente por la calidad de las importaciones que llegan a Chile.
Según el secretario de Estado, en el caso del trigo, y en la búsqueda por una mayor transparencia de ese mercado, a partir del 1° de enero del presente año comenzó a operar la apertura de las glosas arancelarias del trigo, una demanda histórica de los productores de ese rubro.
Esta medida establece distintas clasificaciones según las características del cereal importado, lo que facilita comparar el precio del producto ingresado con el nacional, reconociendo el precio del trigo de mejor calidad.
A su juicio, la medida es relevante `pues hasta ahora, no era posible diferenciar, ya que todo el trigo ingresaba bajo la misma nomenclatura, que además, no era compatible con las clasificaciones nacionales.
En el caso de la carne bovina, explica que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) es la entidad pública encargada de velar por el cumplimiento de la normativa vigente respecto a la tipificación de las carnes bovinas, cuya lógica es otorgar transparencia y certeza respecto al cumplimiento de la legislación tanto en el mercado interno como para las importaciones.
“En este sentido, hemos implementado rigurosas medidas de control en frontera para evitar que se eluda la legislación y por lo tanto se perjudique el mercado interno”, acota.
mano de obra
Otro de los temas que preocupa en el sur tiene que ver con la migración de mano de obra hacia faenas mineras u otras actividades en otras zonas del país.
De hecho, el tema ya se ha convertido en un problema para la fruticultura y debería ser peor en los próximos años.
Por ello, el ministro dice que como fenómeno social, este tema tiene varias aristas. Y lo están abordando en conjunto con las carteras del Trabajo y de Interior para trabajar lo más ampliamente posible.
En ese plano vislumbra que una de las posibles medidas a tomar podría ser fortalecer y modernizar la política nacional de migración, para asemejarlas a las políticas migratorias de países del primer mundo, como es el caso de Nueva Zelandia, Australia o Canadá.
“Una de las soluciones que estamos estudiando es el diseño de visas temporales de trabajo, en donde prima el concepto de migración circular promovido por la OCDE. Otras alternativas que estamos barajando, pasan por incrementar el cupo de extranjeros, preocupándose de no afectar el empleo de los miles de trabajadores agrícolas que actualmente se desempeñan en nuestro sector, como también de generar las propuestas de cambio normativo que resguarden las condiciones laborales de la mano de obra foránea”, ejemplifica.
en el congreso
En la actualidad hay una serie de temas que, a juicio de los agricultores, han avanzado menos rápido de lo esperado en el Congreso. Se trata de proyectos como el de los Vegetales Genéticamente Modificados o la llamada Ley de Muestras y Contramuestras.
Sobre el tema, Mayol dice que en este momento el Minagri se encuentra dedicado preferentemente a impulsar aquellos proyectos de ley originados en el mensaje presidencial.
Justamente entre ellos se cuenta el proyecto de Ley sobre Transacciones Comerciales de Productos Agropecuarios (Muestras y contramuestras).
“En él se han hecho avances importantes como haber sido aprobado por unanimidad en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados. En estos momentos, dicho proyecto se encuentra a la espera de ser agregado a la tabla de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja para que dicha instancia parlamentaria revise los artículos que contienen normas de carácter financiero o de índole presupuestaria”, afirma.
Y de paso destaca la aprobación en el Congreso del proyecto de ley de Abigeato. “Esta nueva medida permitirá fortalecer el rol de Carabineros y el SAG en materia de fiscalización”, sostiene.
el agua
El agua se ha puesto en el tapete de manera importante en el último tiempo, incluso por el propio ministro que ha relevado el tema por su alto impacto para la producción.
“Hay que tener claro que más que una sequía, hay un déficit en infraestructura hidráulica. En nuestro país, cerca del 84 % del agua se pierde en el mar, lo que da cuenta del retraso de 50 años que tenemos en materia de construcción de embalses. Lamentablemente nos encontramos en un tercer año de déficit hídrico, lo que evidencia aún más la gravedad de la situación”, dice.
Sin embargo, precisa que se encuentra trabajando en una serie de acciones que permitan hacer frente a este complejo escenario.
En el largo plazo se cuenta la Política Nacional Hídrica, que sentará las bases con una visión de Estado, la cual incorporará el Plan de Embalses con 15 obras priorizadas y que duplicará el agua embalsada. Esto permitirá aumentar de 1,1 millón a más de 1,7 millones de hectáreas con riego a nivel nacional.
En tanto, menciona que para este año la Ley de Fomento al Riego, administrada por la CNR, cuenta con un presupuesto de $41 mil millones, sólo para bonificar proyectos de privados, a través de la Ley 18.450. A ello se suman $10.000 millones para obras que mitigan el impacto en la sequía y los aportes del Indap por $13.000 millones, alcanzando una cifra histórica de $64.000 millones para obras de riego.
Fuente: Revista del Campo Sureño