El consumo de carne vacuna en Uruguay ya no se incrementará de forma sostenida como venía aconteciendo en los últimos años, indicó Gabriel Costas, encargado de contralor de mercado interno del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
El mismo rondará los 60 kilos por habitante en el 2012, lo que de todas formas posicionará una vez más a Uruguay como el principal consumidor de carne bovina en el mundo, ya que Argentina, el mayor competidor en este rubro, se estabilizaría en torno a los 57 kilos anuales, estimó Costas.
En 2011 se dio, por primera vez desde 2005, un leve retroceso en este aspecto dado que bajó desde los 61,2 kilos consumidos por persona registrados en el 2010 a los 60,6 kilos. En el 2005 esa cifra era solamente de 47,6 kilos, a partir de lo cual se produjo un crecimiento sostenido hasta llegar al techo del 2010.
Costas explicó que la estabilización en torno a los 60 kilos tiene que ver con que la personas llegaron a un techo en cuanto a su mejora económica, que se traduce en la compra de alimentos, al tiempo que el incremento del consumo de otras carnes alternativas como la aviar y la porcina está quitando terreno a la vacuna. Estas carnes, que también vienen creciendo en forma sistemática en los últimos años, y se situaron en 19,5 kilos por habitante en el caso de la aviar, y en 10,5 en el de la porcina durante el 2011, volverían a crecer, en torno al 5% en el 2012 según Costas.
El técnico estatal explicó que de forma lenta se está trasladando a nivel local una situación común a nivel mundial ya que, salvo en Uruguay y Argentina, las carnes más consumidas son la de pollo y cerdo, debido a que son las hacen la mejor conversión granos-carne. Esto, por cultura alimenticia, nunca ocurriría en Uruguay, señaló Costas, aunque la brecha lentamente se iría reduciendo. En Uruguay el consumo total de carnes, fue de 94,7 kilos por habitante en 2011, muy por debajo de mercados como Estados Unidos y Dinamarca, países en donde, basado en otras carnes, llegan a los 120 kilos anuales por habitante, explicó el técnico de INAC.
Fuente. El País Digital