Ya se cumplió con el análisis de riesgo sanitario. Ahora, el gobierno coreano abrió una etapa de consulta pública, que sería el último paso previo a la reapertura.
Si la carne bovina uruguaya consigue ingresar en breve al mercado coreano, consolidaría la firmeza de precios pese a la crisis económica en el mundo y le daría tranquilidad a toda la cadena. Hay mesurado optimismo en su reapertura.
El trámite para lograr la reapertura de Corea para la carne bovina fresca -madurada y desosada- está muy avanzado. Ya se cumplió el análisis de riesgo, que sería la fase sanitaria y ahora, el gobierno coreano abrió una etapa de consulta pública, que sería el último paso previo a la reapertura.
Volver a admitir la carne bovina uruguaya, es ahora una decisión de gobierno, ya que la instancia de consulta pública estaría prácticamente terminada. Por eso, entre los integrantes de la delegación uruguaya que parte esta semana hacia Corea -encabezada por el vicepresidente de la República, Danilo Astori y los ministros- crece la expectativa, porque la reapertura está cerca.
La comitiva no va especialmente a negociar la reapertura del mercado, pero será uno de los temas que estará sobre la mesa en la visita.
"Las otras veces que fuimos teníamos expectativa pero no estaban todos los deberes hechos (aún se estaba desarrollando el análisis de riesgo), ahora se avanzó bastante y ya no tienen más misiones para mandar a Uruguay. Ahora se trata de una decisión de gobierno", admitió a El País Luis Alfredo Fratti, presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), que estará integrando la delegación oficial.
"Ingresar en ese mercado tendría un impacto de tranquilidad y firmeza en la cadena cárnica. Si abrimos este nicho, estaremos entrando en un destino de primer nivel, en un momento en que el mundo está bastante conflictivo", agregó Fratti. El presidente del INAC dijo que tiene mucha expectativa en que se pueda lograr el ingreso de la carne este año.
"Siempre vi a los coreanos muy voluntariosos y creo que hay una necesidad comercial de Corea, porque tienen muy pocos proveedores de carne. Hay que recordar que son apenas Australia, Nueva Zelanda y México, que no tiene volúmenes importantes. Si bien Estados Unidos es un proveedor importante, para Corea es complicado porque los ciudadanos rechazan la carne estadounidense", dijo el jerarca. Uruguay es un país libre de "vaca loca" y Estados Unidos tuvo el último caso en 2003 quedando temporalmente fuera del mercado coreano. Posteriormente, el reingreso de la carne bovina de ese país provocó algunos incidentes entre los consumidores, por más que EE.UU. otorgó las máximas garantías de que su carne era inocua para la salud.
"Creo que comercialmente y políticamente hoy les servirá aprobar a Uruguay como proveedor. Se demoró un poco más de la cuenta y uno espera que esta misión sea determinante. Este sería el año definitorio para el ingreso a Corea", sentenció Fratti.
Pese a la crisis económica que sacude a varios mercados, entre ellos a la Unión Europea -uno de los principales para las carnes uruguayas-, el presidente del INAC destacó que "no estamos con problemas de demanda ni de mercados, pero el clima internacional está enrarecido y eso trae complicaciones y dificultades a la hora de comerciar. Entonces me parece que entrar en Corea nos daría hoy mucha tranquilidad".
Según su visión, "estamos vendiendo a muy buenos precios. Lo que podemos hacer es darle solvencia y tranquilidad, en el largo plazo a esos precios y eso se hace con nichos de mercado de alto valor y con diversificación de mercado".
Los únicos dos mercados de alto valor a los que la carne uruguaya no tiene acceso son hoy Corea y Japón. En ambos sólo se puede entrar con productos termo procesados.
Por su parte, el broker Alejandro Berrutti (United Breeders & Packers), recordó que Corea compra a buenos precios.
"La experiencia que tuvimos cuando estaba abierto -hasta 2000 cuando surgió el foco de aftosa- era colocar algunos cortes, pero lo que era más interesante era la colocación de huesos como la rótula, fémur y tendones", recordó el operador.
Se entraba con productos de difícil venta. "La industria en lugar de poder vender un porcentaje, valorizaba más todo el animal", recordó Berrutti.
Fuente: El País Digital