El secretario general de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) detalla la importancia del proyecto del Estatuto Temporero que se está tramitando en el Congreso y de las vicisitudes que vive la actividad por estos días.
En octubre del año pasado, ingresó al Congreso una iniciativa inédita en el país, que pretende mejorar las condiciones de las personas que realizan labores en el campo. Se trata del Estatuto Agrícola que esta semana la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) presentó en Ovalle.
El secretario general de esta entidad, Juan Pablo Matte, explica las implicancias de esta nueva normativa que nació de la conversación y negociación de todos los actores y que recoge, a juicio del dirigente, todos los aspectos que estaban pendientes para los trabajadores del sector.
Matte también se refiere al momento que vive el rubro, a las problemáticas y los esfuerzos que se hacen por mantener en pie a la actividad.
–¿Cómo han recibido empresarios y trabajadores el nuevo Estatuto Agrícola?
–Tanto los empresarios como los trabajadores agrícolas nos hemos ido dando cuenta de lo inconfortable o inapropiada que es la ley nacional respecto de la agricultura, que tiene particularidades más bien urbanas.
Nos pusimos a trabajar, identificamos una serie de aspectos sobre los cuales tenemos acuerdo y que se plasmó en un proyecto que enviamos en su momento al Ejecutivo, que lo recogió como tal y lo transformó en esta iniciativa que hoy está alojada en la Cámara de Diputados.
–Pero hubo cierta reticencia al principio, se temió en algún momento que pudiera afectar la contratación.
–Esto ha sido un trabajo conjunto de dirigentes sindicales agrícolas muy representativos y también empresariales. Por tanto, aquí hubo una conversación y una negociación buscando el bien común y que sea equitativo para todos. No se han transgredido ninguna de las ganancias que ya existen para los trabajadores agrícolas, muy por el contrario, estamos tratando de resolver problemas.
Por eso nos parece muy importante darlo a conocer, porque muchas veces las críticas que pueden surgir nacen de la ignorancia, de percepciones, nosotros pretendemos decirles lo que es y no es.
–¿Y cómo lo toman los empresarios? Porque van a tener que realizar cambios.
–Bueno, van a tener que hacerse cargo. El mundo cambió y nosotros hoy en día hemos escuchado de la desesperación que hay en muchos por la falta de personal que hay para las labores agrícolas. Creemos claramente que una manera de motivar y atraer a gente a trabajar al sector es dándole las mejores condiciones desde el punto de vista de las remuneraciones, de la seguridad, de higiene, del trato, las oportunidades y la formalidad. Que realmente vean en la agricultura un sector donde puedan tener un porvenir.
–¿Existe una crisis en la agricultura a juicio de la SNA?
–Hoy en la agricultura nos sentimos muy ansiosos, porque vemos a nivel mundial una enorme y creciente demanda por alimentos. Los mercados en general se están restringiendo en otras cosas. Eso nos llena de oportunidades.
Pero a nivel país tenemos varios problemas. La falta de agua, la pérdida de competitividad en términos del tipo de cambio, del aumento de los costos, que hace que los agricultores estén pasando un periodo muy complicado. Por ello, si bien existen oportunidades importantes afuera, el negocio a algunos no les cierra.
–En materia hídrica. ¿Considera adecuadas las políticas de Estado que se llevan a cabo o falta por hacer?
–El tema del agua para nosotros es tremendamente fundamental y estamos muy preocupados, porque en este país no se ha hecho un trabajo oportuno y se pierde una cantidad importante en recursos todos los años. Para ello es necesario hacer una gestión hídrica cuanto antes.
Se están haciendo cosas, pero la verdad es que uno se desespera, porque existe tanto trámite, tanta burocracia, tanta discusión y análisis y las necesidades son tan inmediatas. Existen ejemplos de embalses como Puntilla del Viento, en la zona de Aconcagua, que lleva 90 años en discusión. Uno dice, no puede ser esto, me parece increíble. Y finalmente cuando se decide la construcción, demoran 8 ó 10 años más”.
–¿Qué le parece la medida del bombardeo de nubes?
–Creo que es una medida muy de corto plazo, de emergencia, pero si se logra, como los técnicos lo afirman, un aumento de entre un 15 y un 20% de más precipitaciones, es una gran bendición, que así sea.
–La SNA plantea también la llegada de extranjeros para resolver los problemas de mano de obra. ¿Qué tan factible es?
–Hoy efectivamente hay una percepción de que en algunas zonas del país nos falta personal para poder llevar a cabo las labores agrícolas, porque las personas están emigrando a sectores como la reconstrucción, al retail, a la minería. Queremos ser responsables y que se haga un estudio profundo para que efectivamente confirmemos que hay un diferencial entre la demanda y la oferta. En ese caso buscar los mecanismos para resolverlo.
–¿Hay opciones?
–De hecho existe un acuerdo llamado Mercosur, del cual Chile es parte, con el cual es posible que trabajadores de estos países puedan ingresar al país y solicitar un permiso de trabajo temporal por 1 año extensible a un año más. Todo esto se ha conversado en conjunto en la Mesa Nacional con los sindicatos y ellos también están de acuerdo en que se haga este análisis, porque hoy el escenario es malo, pues muchas veces en la desesperación el empresario accede a trabajadores extranjeros, pero de manera informal y eso perjudica las posibilidades del trabajador nacional, es una competencia desleal”.
–¿Con la crisis internacional y todos los problemas que viven se podrían ver afectadas las exportaciones?
–Afortunadamente Chile tiene Tratados de Libre Comercio con más de 58 países en el mundo y eso permite que las exportaciones se puedan redireccionar a mercados que estén menos afectados por la crisis económica. En ese sentido, no hay duda alguna que Asia es un mercado que ha ido creciendo, también Latinoamérica y obviamente los productores tendrán que mirar esos países, hay alternativas”.
–En el tema del dólar, ¿seguirán pidiendo la intervención del Gobierno?
–Esa es una bandera que no podemos bajar. Es un factor muy importante en la competitividad tanto para las exportaciones como la sustitución de importaciones. Pero con la misma fuerza digo que finalmente es un índice o instrumento con el que poco podemos hacer, es poco incluso lo que los gobiernos pueden hacer. Finalmente es el mercado internacional el que manda. Pero vamos a seguir monitoreando aquello. El llamado también es a los agricultores a buscar sistemas de aseguramiento de la moneda, que existen en la banca.
Fuente: Diario El Día