El catastro que desnudó el déficit de mano de obra en el agro del sur
30 julio 2012

En los últimos meses, una serie de voces surgieron en torno a la urgencia y la necesidad de contar con mayor cantidad de mano de obra en labores agrícolas en la temporada alta: la época de cosecha.

Así, se realizaron una serie de emplazamientos. Por ejemplo, en cuanto a permitir el ingreso de más extranjeros para suplir las necesidades de la industria frutícola principalmente.

Hoy, la ley indica que el máximo permitido es de 15% de trabajadores de otras nacionalidades sobre la dotación total de una empresa.

De allí que algunos gremios plantearan aumentar el límite para evitar pérdidas de competitividad del sector y enfrentar el alza de los costos asociados a este ítem.

A raíz de esto, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), del Ministerio de Agricultura, fue encomendada para desarrollar un catastro laboral para el sector. “Se trata del primer esfuerzo serio en esta materia”, dijo Sergio Soto, analista de capital humano de Odepa.

Entre los resultados, uno de los más llamativos es que esta industria todavía subutiliza la mano de obra extranjera. En concreto, sólo un 1,5% de los trabajadores asalariados del rubro provenía de otros países. Lejos del 15% permitido.

Entre las causas se contaría una normativa migratoria poco flexible y que no existe una institucionalidad privada que acerque la oferta laboral extranjera con la demanda de trabajadores por parte de la industria agrícola.

De allí que el estudio concluya que la realidad general del sector no hace necesario aumentar el cupo para este tipo de trabajadores. “La mejor utilización de esa cuota representa un esfuerzo del mundo público y privado”, remarca Soto, uno de los autores del estudio.

el método

Para llegar a esta aseveración se cruzaron una serie de datos que Campo Sureño entrega de manera detallada.

Entre ellos, la encuesta de empleo del INE y las proyecciones de Ciren sobre superficie plantada con frutales desde el Censo Agropecuario de 2007 a la fecha.

Considerando todos estos elementos, el informe señala que a nivel país, un total de 524.464 trabajadores asalariados se desempeñaron en el sector agrícola en el trimestre enero-marzo del 2012 entre las regiones de Atacama y Los Lagos.

Al comparar este trimestre con igual periodo de 2010, se observó que el total de asalariados del sector agrícola disminuyó en 2,18%, equivalente a 11.716 trabajadores para esta macrozona.

Adicionalmente, se consideró el aumento de la superficie frutícola ocurrido entre el 2007 y el 2011 en este territorio, el que llega a 17%, equivalentes a 40.802 hectáreas.

Todos estos antecedentes muestran que existe un déficit de 39.437 trabajadores, los que entre enero y marzo no se encuentran disponibles en las regiones analizadas.

De ese modo, si se quisiera suplir el déficit total (los 39.437 trabajadores que se requieren) de mano de obra en el rubro frutícola, se podría utilizar sin problema sólo trabajadores extranjeros, sin sobrepasar el límite legal actual del 15%.

Aún más, el análisis de Odepa muestra que el potencial ingreso de estos casi 40 mil trabajadores de otros países implicaría utilizar -en promedio- sólo el 7,5% de mano de obra extranjera sobre el total de la fuerza laboral frutícola en las empresas del rubro.

Para este eventual nuevo escenario, eso sí, el estudio recomienda que desde el sector privado se deben generar organismos de reclutamiento y de selección de personal, que permitan acercar la oferta laboral extranjera con la demanda del rubro frutícola en enero y marzo de cada año.

En ese mismo sentido, el ministro de Agricultura, Luis Mayol, ha expresado que es partidario de analizar un nuevo tipo de visas de trabajo, de carácter temporal, como la OCDE sugiere para estos casos, y como lo ofrecen otros países competidores, entre los que destacan Australia y Nueva Zelandia

Al respecto, el planteamiento de la cartera es que las nuevas visas de trabajo deben permitir a los trabajadores extranjeros acceder en igualdad de condiciones a contratos y leyes sociales que los trabajadores nacionales.

Adicionalmente, enfatiza que hoy los tipos de visas (sujetas a contrato, Mercosur, entre otras) y de acuerdo a la normativa vigente, no presentan una duración acotada a la realidad agrícola. Por ello, se facilita la permanencia en Chile de los trabajadores extranjeros.

“El sistema de visa lo podemos estudiar solamente cuando nos hayan demostrado que hay una necesidad urgente en un determinada zona y por un determinado periodo. No estamos dispuestos a aumentar indiscriminadamente el número de trabajadores extranjeros que puedan tener las empresas, si antes no hay un estudio que demuestre que lo necesitan”, advierte la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.

escenarios regionales

El estudio también concluyó que hay diferencias regionales notables. Por ejemplo, la necesidad de incrementar la cantidad de trabajadores agrícolas extranjeros entre enero y marzo se hace más patente en la Región del Maule donde se requieren al menos 10.000 trabajadores extranjeros para satisfacer la necesidad de la fruticultura.

En el resto de las regiones la realidad es diversa. En Bío-Bío, se requieren 7.400 trabajadores extranjeros aproximadamente para las labores de temporada, debido a una caída de 7% en los temporeros (5.675 trabajadores) desde 2010 a la fecha, lo que se suma al aumento de 909 hectáreas de frutales, equivalente a un alza de 14,2%.

Con todo, en la Octava Región el déficit frutícola se estima en 6.956 trabajadores, por lo que con un 10% de utilización de la cuota de extranjeros se podría acceder a 7.400 trabajadores extra; suficiente para la necesidad regional.

los lagos-los ríos

Una situación distinta se da más al sur. La demanda de mano de obra toma un carácter de gravísimo, según el estudio, en la Región de Los Lagos.

En la Décima Región el déficit total de trabajadores para el agro llega a los 9.242. Esto, debido a un fuerte retroceso (29%) de los asalariados agrícolas entre 2010 y 2012, lo que suma al aumento de la superficie plantada con frutales desde 2007 a la fecha, que llega al 30,4%.

Por ello, se requerirían unos 5.800 trabajadores extranjeros para labores agrícolas, con lo que se alcanzaría el techo del 15% permitido por la normativa.

El problema es que la llegada de mano de obra desde otros países todavía sería insuficiente. Y el déficit se mantendría, al menos, en unos 3.500 empleos.

Algo parecido ocurre en la Región de Los Ríos, que también ha visto retroceder el número de sus trabajadores asalariados en labores agrícolas, cayendo en 16% -equivalentes a 3.746 trabajadores- de 2010 a la fecha.

En esta zona se requerirían, según el análisis de Odepa, unos 3.500 trabajadores extranjeros durante la temporada estival, con lo que se llegaría al máximo legal establecido. Pero tampoco alcanzaría para satisfacer la necesidad regional lo que configura un escenario gravísimo.

La situación menos negativa en el sur de Chile se aprecia en la Región de La Araucanía, Según el informe, el déficit de trabajadores llega a los 2.000 cupos aproximadamente (1.560 por la menor mano de obra agrícola y unos 400 por el aumento de la demanda frutícola).

En esta zona, con un 5% de utilización de trabajadores extranjeros se podría suplir este déficit, contando de ese modo con unos 2.300 trabajadores extra para la cosecha de frutas. Allí además se aprecia un nivel alto de cesantía que sería un elemento adicional para enfrentar el problema.

Desde la perspectiva de Sergio Soto, de Odepa, uno de los temas centrales que arroja el estudio es la necesidad de aprovechar mejor la cuota establecida hoy por ley para los trabajadores extranjeros; pero además, optimizar el uso de la mano de obra cesante que hay al interior de las mismas regiones.

En los gremios frutícolas señalaron que están preparando un estudio acabado sobre el tema que darían a conocer en octubre y que abordará las realidades regionales.

 

Fuente: Revista del Campo Sureño

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