Para la cadena láctea nacional, la sustentabilidad ambiental de la producción es uno de los elementos más importantes para lograr una mayor competitividad y un desarrollo sostenible.

Ello pues según los especialistas, la producción lechera tiene asociado un alto potencial de contaminación hacia el ambiente.

Sin embargo, a través de un manejo eficiente del sistema de producción de leche, reciclando y valorando los residuos generados a nivel predial, la posibilidad de disminuir ese impacto es igualmente posible, lo que ya está siendo llevado adelante en muchos predios lecheros sureños con diversos manejos medioambientales.

El tema es sensible pues los consumidores y la sociedad en general están cada vez más atentos al bienestar animal, las condiciones laborales y a las externalidades de la producción de alimentos como factor relevante para sus decisiones de compra.

Lo cierto es que el lácteo es un sector que tiene importantes perspectivas de crecimiento en el mediano plazo. Se estima que para 2020 se podría duplicar la producción primaria, alcanzando los 4 mil millones de litros y de paso aumentando los niveles de eficiencia predial, con un ajuste de las cargas animales y además del uso del forraje.

Es en este escenario en el que muchos se preguntan si estas proyecciones pueden tener efectos colaterales; sobre todo en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, que concentran el 76% de la leche que se procesa en las principales industrias nacionales.

Eso pretende responder una investigación que evaluará en terreno el efecto de las prácticas medioambientales implementadas en predios lecheros de Chile y su repercusión en el crecimiento de la productividad.

“Estimando el efecto de prácticas medio ambientales implementadas en predios lecheros de Chile y su impacto en el crecimiento de la productividad evaluado, a través, de una función de predios que generan más de un producto y de una meta-frontera”, se denomina el proyecto Fondecyt que dirige el profesor Víctor Hugo Moreira, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile.

El propio Moreira cuenta que el estudio se realiza en predios lecheros del sur de Chile, los que se encuentran distribuidos desde la Región del Bío-Bío a la de Los Lagos.

En ellos se evaluarán las prácticas medio ambientales que hacen referencia al cuidado del agua, el suelo y el aire, como por ejemplo el manejo de los purines.

“Cada uno de estos elementos posee relevancia en predios lecheros, por la generación de residuos que en forma natural se producen”, subraya el investigador.

El académico comenta que estos elementos serán valorados a través de una función de producción aplicada a predios que originan más de un producto. “Hay situaciones en las cuales en el predio lechero se genera más de un producto, como leche y carne, cereales en general, entre otros. Por ello, el estudio se basa en la estimación de una función de producción que represente de la mejor manera posible la relación entre los insumos empleados y el de los productos generados”, dice Moreira, actual director del Instituto de Economía Agraria de la casa de estudios.

Además, dado que los predios se encuentran en diferentes zonas agroclimáticas, no resultaba lógico pensar en que toda la información sea analizada en una única función de producción.

Por ello se incluyó el concepto de “meta-fronteras”, una metodología que permite analizar situaciones agrícolas que comparten una misma tecnología pero que por su ubicación geográfica requieren de un análisis más específico.

Más leche, más alimento

Para el profesor Moreira, una de las claves de su investigación es analizar el crecimiento de la productividad lechera, pues a su juicio ésta es una de las formas que existen para aumentar también la disponibilidad de alimentos, lo que sería válido a nivel nacional e internacional.

“Si aumenta la productividad es muy probable que se genere un incremento de posibles desechos, los que deben ser manejados con el fin de reducir su impacto al medio ambiente. Por lo tanto, el presente estudio ayuda a conocer si en la medida que el productor invierte en prácticas de manejo que vayan en pro del cuidado medioambiental se presenta o no impacto en su productividad”, agrega.

Para ello, al inicio del proyecto se recopilará una serie de información necesaria para la estimación de una función de producción.

Pero paralelamente se realizará una caracterización de las principales prácticas agrícolas existentes en el predio que buscan reducir el impacto medioambiental, de manera de valorarlas de una manera adecuada.

Fuente: Revista del Campo Sureño