"Hay muchas oportunidades, pero demandan más eficiencia de los agricultores"
17 septiembre 2012

El Rabobank anuncia un agresivo crecimiento local. Para 2016 esperan llegar a US$ 5.000 millones en colocaciones. Erik Heyl, su gerente general, afirma que Chile es uno de los países que más se beneficiarán del crecimiento de la demanda de alimentos.

Erik Heyl está de vuelta. Luego de una carrera de un par de décadas y de escalar posiciones en el Rabobank, banco holandés especializado en agricultura, Heyl decidió bajar su ritmo de trabajo. La institución financiera le permitió al ejecutivo internacional mantenerse como asesor externo y participar en algunos directorios de empresas relacionadas. Sin embargo, el año pasado, todo cambió de golpe y porrazo, el Rabobank eligió a Chile como uno de sus mercados prioritarios. Heyl fue llamado a dejar su semi retiro, para ocupar el cargo de gerente general para Chile y liderar un ambicioso proyecto de crecimiento. La oportunidad era irresistible, pues, además, le permitía volver a vivir en su país, que había dejado en 1988.

Este año, la institución financiera inaugurará cinco sucursales locales. Junto a Brasil y Estados Unidos, Chile será parte de los países de mayor crecimiento para el banco agrícola. Según admite Heyl, el objetivo es pasar de los US$ 3.000 millones en colocaciones actuales a US$ 5.000 millones en 2016.

-¿Por qué están apostando tan fuerte al agro local? Chile no tiene una gran superficie productiva.

-Holanda tiene el 6% de la superficie chilena y es uno de los tres principales exportadores agrícolas del mundo. Su espacio limitado lo ha hecho muy eficiente en la producción, además, por su posición geográfica, es puente para procesar materias primas de terceros países.

Nosotros miramos las tendencias de largo plazo. La demanda mundial por alimentos va a superar a la oferta. No sólo hay mayor demanda por proteínas, también por productos más sanos y frescos. Ahí Chile tiene un papel importante que cumplir, no sólo por su capacidad productiva actual, sino como plataforma para procesar alimentos desde la región y enviarlos al Asia Pacífico. Un ejemplo es la importación de maíz y su conversión en carnes blancas.

-¿Pero qué va a pasar con sectores agroexportadores más tradicionales, como la fruta fresca o el vino?

-Aunque hay una diversificación de mercados, los tradicionales destinos están bastante copados. Más bien, vemos un incremento de los productos con mayor valor agregado.

Es un escenario en que el factor estacionalidad ya no existe como ventaja competitiva. Es lo que pasa con los frutos secos, aceite de oliva y lo que va a suceder con los lácteos.

-En un momento se pensó que Chile podía ser exportador lácteo, pero ahora el mercado interno es bastante fuerte.

-Estamos participando en proyectos junto a empresarios chilenos y extranjeros para lograr una capacidad exportadora.

Inicialmente se va a tratar de envíos de leche en polvo.

-Chile no es el productor más barato de leche. ¿Cómo va a ser competitivo en exportaciones?

-Va a ser el productor más barato debido a la tecnología que se está aplicando, con toda la experiencia neozelandesa, basada en pasturas.

Mientras tanto, el alza de los granos que vemos encarece otras opciones productivas lecheras y hace a Chile muy competitivo en el mercado internacional.

Suben los precios y los costos

-¿Cuánto tiempo va a tomar volver a los precios anteriores de los cereales?

-Es difícil de pronosticar, pues un evento climático o político cambia la situación. Por ejemplo, en 2010, Rusia cerró sus exportaciones de trigo. Con una mirada de largo plazo, se puede señalar que, desde 1972, cada vez que los stocks han bajado del 20%, hay un peak de precios.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta que los costos de producir maíz en Chile hoy son 60 por ciento más altos que en 2009, debido al mayor precio de los agroquímicos, fertilizantes, energía y mano de obra. Además, tienes la presión de la caída del dólar. Por lo tanto, los agricultores necesitan un precio de equilibrio mucho mayor.

-¿Están los agricultores chilenos preparados para ese escenario?

-Hoy la agricultura no es un tema romántico, hay una presión enorme a la eficiencia. Vemos un cambio de actitud en todo el sector agropecuario. Hay una consolidación en unidades de producción mayor. También hay una tendencia a la profesionalización.

No puedes decir que quieres mejorar tu producción y no meter tecnología en el campo. Eso requiere de nuevas inversiones y ahí deben estar los bancos para apoyar ese cambio.

-Lo que nos lleva al papel de los bancos en el agro. Tradicionalmente la relación ha sido tensa.

-Creo que en Chile hay un tema cultural, en que los agricultores se sentían amenazados por instituciones financieras dado el poco entendimiento que ellas tenían respecto del agro.

La visión de la banca tradicional fue prestar capital de trabajo. Por lo tanto, estaba sujeto a la devolución de ese monto en el corto plazo. La volatilidad del sector hacía que si le iba mal en una cosecha, se producía un efecto bola de nieve con las deudas.

Para trabajar con los agricultores tienes que tener un horizonte de largo plazo. No se pueden desangrar con costos financieros que no estén acordes con su ciclo productivo.

Eso sí, los productores tienen que tener en cuenta que el acceso a mejor financiamiento requiere que manejen sus finanzas en forma profesional y trasparente.

Tener plan de negocios

-¿Qué les falta a los agricultores en su manejo financiero?

-Lo primero es tener un plan de negocios que pueda ser entendido por una institución financiera. Además, tienen que estar abiertos a que ese plan sea seguido en su desarrollo por el banco.

En segundo lugar, es importante tener resuelta la posesión legal de la tierra, los derechos de agua y temas sucesorios. Esos son temas complejos, pero que si no están resueltos pueden demorar un crédito.

Sin embargo, más allá de esos puntos, hay que tener claro el escenario que se viene para el agro chileno. Hay muchas oportunidades, pero demandan una eficiencia y productividad enorme de los agricultores.

Chile será el productor lácteo más barato por la llegada de tecnología neozelandesa y el alza de los granos. Perú brilla, Argentina destiñe-Junto con Chile usted también está a cargo de Perú ¿Cómo ve el futuro agrícola de ese país?

-Tiene un potencial enorme de desarrollo. La tierra tiene un valor bastante menor a Chile. Además, la energía está a precios accesibles, se han hecho grandes proyectos de reserva de agua para riego y tienen una fuerza laboral abundante. Vemos un interés importante de inversión en el sector hortofrutícola.

-¿Y qué pasa con Brasil y Argentina?

-Brasil tiene un gran potencial. Hay un fuerte apoyo estatal y alta capacidad empresarial. Su cuello de botella es la infraestructura de caminos, almacenaje y puertos.

En cambio, a Argentina la vemos más complicada, con políticas más erráticas y un ambiente de país más complejo. A pesar de ello el agro sigue siendo el principal proveedor de divisas. Sin embargo, su horizonte de inversión tiene una visión de más corto plazo que en los otros países de la región.

Fuente: Revista del Campo- El Mercurio

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