Estamos compitiendo con una carne que ni siquiera viene tipificada`, señala Christian Arntz, presidente de la Federación Nacional de Productores de Carne.

 

Potenciar la competitividad entre productores chilenos, pidió a sus pares, el presidente de la Federación Nacional de Productores de Carne (Fedecarne), Christian Arntz, haciendo ver que ésta podría ser una forma de enfrentar el aumento en las importaciones de carne que se refleja en el periodo enero – julio de este año, de acuerdo a cifras dadas a conocer por la Cámara de Comercio de Santiago.

Dicho reporte, cuantifica en un 10% el crecimiento de los ingresos al mercado nacional, en comparación al mismo periodo del año pasado, al completar los US$ 257 millones y en el cual, Brasil encabeza las internaciones en los primeros siete meses del año, con un 42% lo que traducido a ventas reporta los US$ 220 millones. Internaciones de las cuales no está exenta la provincia de Bío Bío, poniendo en riesgo el capital ganadero a nivel local. “Ha sido todo un tema, y estamos compitiendo con carne de Brasil, Paraguay, Uruguay, en torno a un 50% ó 60% de lo que consume el país, lo que ha ido en desmedro de todos los productores ganaderos como crianceros y engorderos”, comentó el presidente de Fedecarne Bío Bío, Tomás Velozo.

Efectivamente, existe preocupación en los ganaderos de la zona, afirmó el dirigente gremial debido a este incremento de las importaciones y que ha implicado una fuerte competencia, “y peor aún porque estamos compitiendo con carne que no llega tipificada al país”. A modo de ejemplo, dijo que el usuario va al supermercado y se ve invadido de carnes importadas y no sabe siquiera de qué tipo es, mientras que en Chile se nos exige la tipificación. En este sentido, esto ha ido desincentivando al criancero, señala Velozo, y ya no quieren continuar con el rubro.

Competir con carne de afuera es muy complicado, agrega el presidente de Fedecarne Bío Bío, señalando que no es total la prohibición que rige a Paraguay tras la detección de fiebre aftosa en su territorio, ya que igual está ingresando algo de ese país. Hay algunos predios que no pueden enviar, pero si hay otros que sí lo pueden hacer, afirmó.

También, la competencia está a nivel interno, en torno a que el chileno estaría consumiendo más carne de pollo y cerdo, “Es más barato”.

El tema causa preocupación, porque las empresas de engorda más importantes están en Los Ángeles, concluyó el presidente de Fedecarne Bío Bío. Afirma que la competitividad es un factor clave, donde los precios de las carnes son determinantes para hacer frente a este incremento en el ingreso de carne importada, sobre todo de la brasileña.

Para el consumidor, la carne chilena sigue siendo la más cara en el mercado local aunque se reconoce que la calidad del producto es superior a lo que llega del exterior, lo que les hace que pensar que muchas veces “nos pasan vaca por novillo”, en referencia a la categorización y la norma exigida en Chile para la venta de carne importada, y que muchas veces es fácilmente transgredible.


Falsas tipificaciones

Cabe recordar que una denuncia sobre falsas tipificaciones en los cortes de carne importada, realizó el diputado por Ñuble, Frank Sauerbaum, luego de un compromiso asumido con los ganaderos de esa provincia por velar que esta situación no siga ocurriendo. Los antecedentes, fueron entregados al propio director del Sernac Regional. “Debemos ponerle el cascabel al gato de una vez por todas y creemos que un primer paso importante, es dejar de manifiesto la ocurrencia de estos hechos”.

Indicó que “El problema aquí es que el valor de la carne importada es ostensiblemente más bajo que la de procedencia nacional y de acuerdo al rotulado se trataría del mismo corte y la misma categoría; sin embargo, esto en la práctica no se estaría cumpliendo, lo que se traduce en que se está vendiendo algo que no es, afectando claramente a los consumidores. Asimismo, ha generando una competencia desleal con nuestra producción al verse en clara desventaja pues no pueden equiparar tan bajos precios”.

A renglón seguido continuó: “Otra arista de la situación la entregan los propios supermercados, ya que su oferta correspondiente a carnes extranjeras, supera incluso el 60%, pues es más económica, atrae gente y por lo tanto permite enganchar con los demás productos que comercializan, algo que a todas luces, perjudica de gran manera a la preservación de esta problemática”.



Fuente: Diario La Tribuna