El inicio de la primavera trae un rebrote rápido de las pasturas con contenido de fibra muy bajo, condición que predispone el empaste. Esta situación, provoca trastornos digestivos en los bovinos y representan pérdidas económicas tanto por una disminución en la producción (de leche y carne) como por la muerte del animal.
Para evitar mermas, Luciano Ginart, especialista del INTA Cesáreo Naredo –Buenos Aires–, brindó recomendaciones técnicas para disminuir los efectos del empaste mediante la prevención y el buen manejo de los rodeos. “El beneficio de elaborar un plan de acción basado en manejo es que tiene muy bajo costo y alto impacto, sobre todo, cuando el productor y su equipo de trabajo planifican con anticipación la manera de prevenirlo con la estrategia más adaptable a su sistema”, comentó el profesional. Entre los múltiples factores que producen empaste, existe una disposición genética de algunos animales a padecer este tipo de problemas digestivos identificables por la diferente producción de saliva, la motilidad y el pH ruminal.
Al respecto, Ginart indicó que “las razas británicas son más susceptibles que las índicas a contraer esta enfermedad como así también los animales jóvenes y los que están en engorde son más propensos que las vacas de cría que están en periodo de lactancia”, razón por la cual recomendó apartar esos animales y manejarlos en otros rodeos en caso de que se trate de pocos ejemplares. A su vez, el manejo de la alimentación es otro factor a tener en cuenta ya que los problemas se registran durante y luego del momento del pastoreo, para lo cual indicó que es fundamental que los animales no ingresen en ayuno a una pastura para evitar que llenen el rumen de forma rápida y en gran cantidad con la leguminosa problemática. A la hora de ingresar los animales al pastoreo se debe tener en cuenta que la alfalfa no produce empaste en todos sus estadios, por lo que Ginart indicó “hay que evitar sacar el rodeo a las pasturas peligrosas en momentos donde la materia contenga rocío y mucha cantidad de agua porque es un factor generador de espuma dentro del rumen”. A su vez, hay insumos y tecnologías que permiten aminorar el impacto en la producción y que el técnico identificó como elementos para el pre marchitado del forraje ya sea por corte, donde se deja orear la alfalfa para alcanzar un contenido de agua inferior al 50 por ciento, o bien, mediante el uso de herbicidas que generan menos complicaciones operativas y es de alta efectividad si se realiza adecuadamente. Por otra parte, también recomendó el suministro de productos antiempaste como son tensoactivos sintéticos, antiespumante y antibióticos ionoforos en el agua de bebida o raciones de los animales que, a pesar de que impliquen un costo para el productor, “deben ser considerados una inversión si se utilizan estratégicamente durante los periodos de mayor riesgo”, dijo Ginart.Es importante que en cada estrategia preventiva se trabaje con las posibilidades operativas y económicas de cada establecimiento y se tenga en cuenta que “si bien es cierto que hay periodos particularmente peligrosos, no se debe ignorar que muchos de los factores predisponentes varían y se pueden presentan en cualquier momento durante del ciclo de pastoreo”, finalizó Ginart.
Fuente: NDN