Buscan disminuir en 30% las emisiones globales de la carne
22 noviembre 2021

 La Global Roundtable for Sustainable Beef, integrada por 70 miembros provenientes de la industria, la sociedad civil, organismos internacionales y numerosas ONG ambientalistas, ya trabaja con mesas locales en 12 países.

Una mesa redonda global. Su objetivo: promover y avanzar en la producción de carne sustentable. La Global Roundtable for Sustainable Beef (GRSB, en inglés) reúne a 70 miembros de todo el mundo, no solo de la industria, sino también del retail y restaurantes, así como organizaciones ambientalistas como la WWF, The Nature Conservancy, Solidaridad o el Savory Institute.

Este año, la organización, que tiene mesas locales en 12 países, lanzó sus objetivos globales, comprometiéndose a disminuir un 30% de las emisiones de calentamiento global de su cadena productiva al 2030; asegurarse de que sea un contribuyente positivo a la naturaleza, y aumentar la protección y el bienestar animal.

'Si bien la GRSB se enfoca principalmente en la carne, como indica su nombre, lo que hacemos es trabajar por la sustentabilidad de toda la cadena bovina. Por ello, cada país se adecua a sus necesidades locales, así en muchos están también el sector lácteo o el de los cueros', comenta desde Argentina Josefina Eisele, directora regional para América Latina de la GRSB.

La GRSB nació oficialmente en 2012, pero su origen data de 2010, cuando en Brasil tras informes de Greenpeace y otras ONG que alertaban sobre la deforestación del Amazonas, para despejar tierras y destinarlas a la ganadería, se creó un grupo de trabajo de pecuaria sustentable, cuenta Eisele.

-La ganadería es cuestionada por su alto impacto en el calentamiento global, ¿por qué ustedes sostienen que debe seguir?

-Por su impacto a nivel social, incluso del ambiente. La ganadería contribuye a la captura de carbono, es parte de un proceso o ciclo circular, que bien manejado -por eso hablamos de ganadería regenerativa- es un aporte. Sin embargo, tiene áreas por mejorar. Por ello impulsamos una ganadería más sustentable. Luchamos para que los ganaderos que tienen recursos naturales, llámense bosques o pastizales, los conserven.

-¿A qué se refieren con sustentabilidad, entendiendo que el animal naturalmente genera gases?

-Cuando en la GRSB hablamos de sustentabilidad definimos cinco pilares, que es todo lo que tiene que ver con los recursos naturales, donde está todo el tema de gases de efecto invernadero, carbono en el suelo, conservación de los recursos de agua, de bosques, de pastizales.

También creemos que cada país tiene que buscar su propia manera de producirla de manera más sostenible. Por ello nosotros no damos indicadores o métricas generales. Hay países que pueden producir todo a pasto; otros que tienen que hacerlo con sistemas de feedlots o de mayor confinamiento en la vida del animal. Pero también creemos que un feedlot puede ser sostenibe, por ejemplo, buscando que la nutrición de los animales sea eficiente, buscando mitigar emisiones.

-¿Y en América Latina, dónde están Argentina y Brasil, dos grandes productores bovinos?

-En Latinoamérica tenemos seis mesas -México, Colombia, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia- que buscan qué es lo adecuado para cada país. Cada uno es distinto, puede ser un sistema silvopastoril; otro no, porque no tiene bosques. Por ejemplo, en Canadá es muy importante la conservación de pastizales nativos.

Entonces, por ejemplo, con distintas organizaciones identificamos pastizales nativos que no se pueden extinguir y hacer lobby para que el gobierno los proteja.

-¿Y qué pasa con Chile?

He ido varias veces a Chile para reunirme con distintos organismos, pero vino el covid. Estaba el interés. La idea es que Chile tenga su mesa nacional. Cada país debe definir qué es la ganadería sostenible.

-Ustedes recientemente lanzaron las metas globales…

-Como GRSB este año anunciamos metas globales en clima, uso del suelo, y salud y bienestar animal. La primera se propone reducir globalmente el calentamiento global neto de cada unidad de carne vacuna en un 30% para 2030, como camino para avanzar hacia la neutralidad climática del sector. Esperamos poder informar progresos en 2025.

-¿Qué harán para conseguirlo?

-Incentivando la producción, procesamiento y comercio de carne climáticamente inteligente, a lo largo de toda la cadena; tomando medidas para proteger y aprovechar las reservas de carbono en suelos y paisajes; e invirtiendo en investigación y desarrollo de prácticas. Intentamos tener una base científica sólida. Y estamos haciendo una guía para medir mejor el ciclo de vida de lo que es la carne vacuna, desde el campo hasta el frigorífico.

-¿Qué plantean respecto del cambio de uso de suelo, que es una de las causas de la deforestación?

-El objetivo es que al 2030 los miembros del GRSB se asegurarán de que la cadena de valor de la carne vacuna sea un contribuyente neto positivo a la naturaleza.

Se deben medir y verificar los avances, se buscará adoptar prácticas que permitan mejorar los servicios ecosistémicos, mantener los suelos saludables y generar un secuestro de carbono adicional, junto con promover un uso más eficiente del agua y el aumento de la diversidad. Además, recuperar pastos degradados y, por supuesto, eliminar la deforestación ilegal.

-¿Y en términos del secuestro de carbono?

-Tenemos un grupo de trabajo que se llama Grupo Científico de Consejeros que da recomendaciones de proyectos que se deben hacer, de organizaciones entre las que tenemos que colaborar más y buscar mejores alianzas en investigación científica y el tema de los gases.

-¿Hay en los países información suficiente como para poder reconocer si se avanza?

-Faltan muchos datos. Ese es uno de los desafíos. Por ejemplo, algunos países tenían datos con animal vivo, otros con carcasas; entonces, tenemos que adaptarlo. Ese fue uno de los proyectos, establecer una línea base para poder comparar.

Nosotros solo establecemos los criterios macro, como de qué hablamos cuando lo hacemos de secuestro de carbono, por ejemplo; pero cada país tiene que entender cuánto carbono tiene y cuál es la condición de su suelo.

-Los países pueden comprometerse a cambios, pero ¿qué garantiza que los miembros cumplan con estos compromisos?

-A todos nuestros miembros, a partir de la definición de esta meta y lo mismo con los principios y criterios, les vamos a pedir que nos empiecen a reportar qué hacen para cumplir. Vamos a empezar a juntar datos de lo que ya están haciendo y a los que no lo están haciendo, vamos a pedir que empiecen. Les damos tiempo hasta el 2025.

La realidad es que los miembros de la mesa son los principales interesados. Canadá o EE.UU. ya entendieron que esto tiene que estar y tienen que definir las reglas ellos mismos, porque si no, se las van a imponer los de afuera.
Fuente: Revista del Campo-El Mercurio
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